Una vez soñé con un pez
—¿Qué? ¿Un... pez?
Si, un pez que nadaba en las nubes de colores, se le veía tan feliz.
Iba de aquí allá, saltando con un enorme corazón sabor a maravillas.
—¿Qué sueños tan extraños tienes?
No lo creo,
A veces,
Soñar con peces y sobretodo con ese asombroso pez, no es más que el augurio de una amistad fabricada de plumas de plata y bronce.
—Y dime... qué pasó con el pez.
Simplemente, siguió feliz, nadando por ahí, cruzó los cielos de los mundos y terminó en un radiante lugar que tenía un puente de cristal y miles de colores más.
Como las luz dorada de una flor blanca, un leve color rosa de tu voz lejana,
la sonrisa azul del cielo,
el rojo de un sentimiento recién horneado,
el naranja de la despedida del sol y el negro miedo de una serpiente
...Ajá, ahora me pregunto el porqué le pido a mi amiga la poetisa, que me narre sus sueños...
(La poetisa siguió contándole las asombrosas aventuras de su pez soñador, conquistador de mundos y frontera.)
Para Tatiana de un ave moribunda
Vocabulario
Sueño: Carnada para los peces lapislázuli que se sumerge entre la conciencia y la irrealidad de la mente.
Pez: pequeñas décadas que nadan por el rio del tiempo a libre albedrío.
