u n i c o ;

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Para mi hermosa osita💕

-astronomic

Una puerta, una puerta era lo que lo separaba de ese celestial ser, había visto sus hermosas alas, las cuales tenían un esplendor cegador y tan hermoso, puro como solo un ángel podía ser, era lo que realmente había visto a conciencia. Cada pluma blanca suave y pulcra, el cuerpo del ángel la vio pálida, muy pálida a su parecer y sinceramente a él le había gustado lo que vio en aquel chico.

Era perfecto, más para lo que iba a realizar con ese chiquillo, el odiaba a los ángeles por el simple hecho de que ellos nunca fueron modificados, ellos habían nacidos ángeles y hasta su muerte lo serían. Él en cambios había sido marcado, el era un humano que sufrió el cambio a demonios.

Recordaba el dolor, su piel quemándose, colo su garganta le escapaba por sus fuertes gritos al sentir todo de el ser destrozado, la magia negra cubriéndolo por completo su alma, el odiaba eso, el jamás hubiese querido ser lo que era en ese momento.

Suspiro, su mirada posada en la botella de agua que se encontraba en la isla de la cocina, con lentitud camino hacia ella, sus ojos negros le hacían querer entrar a esa habitación y destrozar al ángel, sin piedad y rápido.

Tomó la botella para después ir hasta sus navajas, agarró su favorita, una color negra con franjas rojas, sonrió y camino hasta la puerta metálica.

Después de introducir el código la puesta se abrió, el cuerpo del chicos sobre su cama se encontraba sentado, sus manos por enfrente amarradas y sus piernas en estilo indio amordazadas con la cuerda por igual.

Ojos azules, claros y puros le miraron haciendo que su cuerpo se estremecieron y un tirón interno haciendo que todo su ser quisiera ir a por el ángel y tomarlo.

—Hermoso ángel —hablo mirando al chico, sin sus alas.

Niall quería gritar, pero al ver al demonios ya cuerpo completamente se estremeció, algo dentro de el gritaba "mío" haciéndolo quedar mudo y encantado con todo el demonio.

Ojos verdes, antes negros, labios rosados y finos, cuerpo medio musculoso pero se notaba que era muy fuerte, sus hoyuelos y su voz, su voz que le hacía estremecerse y querer gemir y de posiblemente unos cuantos centímetros por encima de un metro ochenta.

El demonio sentía algo que le hacía acercarse al ángel, algo que le dictará que lo tomara, que era suyo, molesto con eso sacó su navaja dejando la botella de agua tirada y llevo el filo a un escaso centímetros de la mejilla sonrosada del menor.

Esos ojos azules miraron los suyos, todo su cuerpo se estremeció y gimió por como sintió, algo que el ángel había logrado, se sentía como si el pequeño llegará a lo más fondo de el como solo mirarle.

Entonces mando todo al demonio, con su mano desocupada tomó la suave mejillas del chico atrayendo a si.

Finalmente sus labios se rosaron para empezar con un besos necesitado, Niall correspondía y empujaba su cuerpo para más cercanía, Harry con su navaja corto las cuerdas y en cuanto el ángel sintió sus extremidades flojas llevo sus manos a él cuello del mayor y sus piernas las enrollo a la cadera del demonio sacando un gemido en el mayor.

—Harry —susurro —asi me llamo —menciono para después seguir con los hambrientos besos.

Niall le hablo haciendo que ambos cayeran en la cama, Harry sobre el.

Harry no entendía que era lo que pasaba pero sabía que todo lo que su instinto le dictará lo haría. Además ese hermoso ser le había encantado y no podría parar.

Poco a poco la ropa fue quitada de sus cuerpos. El ángel suspiraba mientras los labios del demonio bajaban desde su cuello dejando marcas en su camino.

—Niall —gimio, el mayor le entendió y beso más haciendo que el menor se estremecieron.

No podía controlarse y podía sentir como el ángel quería lo mismo que el, en un movimiento ágil puso a su disposición la entrada del chico, alineó su miembro. Empujó, un grito fuerte salió de los labios del ángel, le besó, ese ángel ahora era solo de el.

Sus labios fueron a él cuello del me ir mientras comenzaba a moverse lentamente, las manos del chico fueron a su espalda rascuñandole, algo que no le afectaba en nada y siguió marcando ese hermoso cuello, sus embestidas fueron más fuertes, rápidas y profundas, el menor gemía su nombre y suspiraba.

—Ya —dijo con dificultad al sentir como todo su cuerpo se estremecía mientras el de hermosos ojos verdes le empujaba justo en ese punto que le hacía estremecerse provocando que una opresión en su vientre bajo se formará.

Un golpe fuerte más y sin más grito y todo su semen se esparció entre ambos.

Su cuerpo cansado y completamente complacido se quedó en la cama mientras las manos del otro tomaron sus caderas y muslos hasta acomodarle bien, arremetió un poco más sintiendo la estrechez del chico, el conducto le aprisionaba y le daba esa calidez que tanto le estaba enloqueciendo.

Finalmente se corrió y se dejó llevar por los brazos del chico, quedando sobre el pero sin aplastarlo, sus labios fueron a los del menor, besos suaves.

—Completamente mío —susurro sobre los labios finos y ahora un poco hinchados.

—Solo tuyo —susurro —y tu mío —agrego el ángel.

...

—¿Tú sabes qué pasó? —la profunda voz del demonio se puede escucho en esa habitación, el ángel sintió por la mano del mayor en su espalda acariciándole suavemente.

—Si —susurro y beso el pecho del otro.

Los labios del más alto le rozaron la frente.

—Dime —ordeno, Niall sonrió.

—Un día nuestro mayor se dio cuenta que no todos los demonios eran malos como se creía, o bueno no querían, había unos cuantos que estaban en una vida que no querían, que eran infelices siendo lo que eran, eran sus hijos, pese a que habían sido tomados por su traidor seguían siendo sus hijos.

—Okey

—No me interrumpas —le golpeó el pecho —. Él creó un ángel, una ángel que sería la salvación para esos que no deseaban eso que eran, no era como cambiarlos porqué finalmente no eran humanos, pero si cambiar las cosas para bien. Hacer que su alma se iluminará, que sus emociones volvieran al igual que sus se todos, como el tacto —llevo su mano hasta la mejilla del mayor acariciándola suavemente, el otro sonrió —, una pareja de salvación.

—Mi pareja —susurro pensando.

De humano jamás había sido tan débito, podría decirse que era católico, iba a la iglesia de vez en cuando, nunca se cuestionó la existencia de un Dios creador, jamás porque simplemente él pensaba que no todo iba tener respuestas y había que creer en algo, pero pensar que sería convertido en demonio y que ese Dios que muchos decían que no existía le salvaría era lo mejor.

Él amaba eso, porque el hermoso ángel era perfecto, y era de el, solo de el.

Fin

Ángel ; narry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora