extra: merry christmas, seokjin!

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  Cuando Yoongi despertó esa mañana lo primero que logró distinguir fue que la calefacción se había echado a perder o algo por el estilo, ya que su habitación estaba congelada. Lo segundo que notó fue que todavía era muy temprano, ya que las luces estaban apagadas y no había ningún rastro de luminosidad natural en la ventana. Se removió, sintiendo todo su rostro terriblemente congelado, mas cualquier intento de seguir moviéndose en el colchón fue anulado cuando dos fuertes brazos lo abrazaron por detrás. Pronto percibió la respiración de Seokjin en su nuca y su pecho fuerte y tibio en la espalda.

  Volteó con total cuidado, rogando por no despertarle si es que no estaba despierto ya.

  Una dulce sonrisa se apoderó de sus labios cuando tuvo el rostro de su novio a pocos centímetros del suyo. El semblante del mayor estaba completamente relajado, su respiración acompasada. Sus largas y obscuras pestañas descansaban sobre sus pómulos y de entre sus labios entreabiertos podía oír el leve resuello de su respiración. Min observó sus labios en silencio, sintiendo unas ganas enormes de besarle y morder ese par de carnosos belfos que eran su constante delirio, mas se contuvo al ver su expresión calma.

  Trató de liberarse del abrazo de oso que su novio le estaba propinando, pero le era absolutamente imposible si no deseaba despertarle. Bufó y se rascó la nariz, sintiendo unas inmensas ganas de estornudar. Cuando la sensación se fue, se quedó observando el techo de la habitación, sin tener una pizca de sueño en su sistema.

  — ¿Qué hora es? —masculló en un susurro, para luego estirar su brazo hacia la pequeña mesita de noche junto a su lado de la cama. Tanteó la superficie de manera algo torpe y sujetó su teléfono cuando por fin lo tuvo bajo sus dígitos.

  " 05:52. Viernes 24 de diciembre"

  — Mierda, que temprano... —gruñó, para luego bloquear el dispositivo y dejarlo nuevamente en la mesa de noche, acurrucándose contra el pecho del rubio, el cual lo envolvió y estrujó de manera inconsciente. Enterró su rostro en el torso contrario, y cerró los ojos, esperando que el sueño volviese a su cuerpo.

  — Mañana es Navidad... —abrió levemente los ojos al caer en cuenta de la fecha, y se alejó del torso de su novio para observarle. Liberó unos de sus brazos, para luego acariciar con suma delicadeza sus mejillas. El rubio se removió y arrugó su nariz en un gesto involuntario que se le antojó muy tierno a Yoongi, pero no se despertó.

  Besó castamente sus labios, y volvió a su lugar en los brazos del mayor. Luego de eso, cerró los ojos y esperó, su mente maquinando qué hacer para alegrar un poco una de las festividades más complicadas para su pareja.

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  La Navidad suele ser una festividad llena de alegría y un aire de amor (y consumismo) que se apodera de todas las ciudades, hogares y personas. Claro, eso es lo típico, pero siempre hay excepciones. Eso pensó Yoongi una fría mañana del veinticuatro de diciembre mientras caminaba hacia el supermercado. En cuanto entró al edificio se dio cuenta de que dejar las compras navideñas para el último día no había sido una buena idea. El establecimiento estaba completamente lleno, abarrotado de cuerpos apurados que iban y venían, llevando sus carritos de compras llenos de comida y juguetes comprados a último minuto.

  — Ayuda, por favor, ayuda. —murmuró, arrepintiéndose totalmente de haber procrastinado, para luego ser uno más de esa masa de personas que luchaban por encontrar lo que necesitaban para hacer más amena su noche navideña.

  Caminó empujando su carrito, todavía algo adormilado –era "temprano" para él– y sin estar muy seguro de qué llevar. Seokjin había quedado en el pequeño pero acogedor departamento que compartían, acurrucado bajo las sábanas sin tener el ánimo habitual que lo caracterizaba. Solía mostrarse así durante esa fecha, especialmente el veinticuatro y veinticinco.

happy easter, yoongi! ;; jinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora