MISTLETOE | Mingyu x Hoshi |

Banquete

[EN LA FIESTA]

Hoshi estaba sonrojado hasta el cuello y las orejas, su amigo tomó de su mano y se lo llevó al comedor inmenso.

—Les partiré la carita bonita esa que tienen esos dos...—

Seungkwan estaba listo para hacer una masacre.

—N-no hace falta... L-lo voy a ol...vidar...—

Los ojos de Hoshi se pusieron llorosos, su amigo lo abrazó.

—Le pediré a Vernon que acabemos con la fiesta temprano y así todos se van y podremos hacer una pijamada, ¿qué te parece?—

Soonyoung negó con su cabeza.

—¿Por qué no?—

—Arruinaré su fiesta de Navidad... Me quedaré hasta el final y lo siento pero... No creo que esté de humor para hacer una pijamada, preferiría estar solo.—

Seungkwan suspiró y respondió:

—Esta bien. Si necesitas algo, dímelo y con gusto te ayudo.—

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Todos platicaban y reían en la cena, excepto Hoshi, este solo comía y tomaba del vino tinto. No podía sacarse la escena de su cabeza, se supone que ya no quería nada que ver con el menor al igual que Mingyu, entonces, ¿por qué lo besó? Soonyoung estaba confundido y frustrado. Justo cuando acabó la cena, tomó una decisión, quería retirarse del lugar.

Tomó su abrigo del perchero y se despidió de todos los presentes, excluyendo a Mingyu. Al salir, el helado clima lo envolvió, debía apresurarse antes de que le de un resfriado o gripe.

—¡Soonyoung!—

El nombrado se dio vuelta y cuando vio sé quién se trataba, lo ignoró y continuó con la caminata. No duró mucho, pues alguien lo tomó de los hombros y algo calientito y suave rodeó su cuello. Era una bufanda.

—Hace mucho frío, con solo ese abrigo no te protegerás.—

—N-no lo necesitaba...—

Hoshi tragó en seco y relamió sus labios, ni siquiera podía alzar su cabeza, sólo miraba el suelo nevado.

—He escuchado que tu vecindario se ha vuelto peligroso.—

Dijo el más alto después de un silencio incómodo.

—Solo han habido unos asaltos, n-no es nada peligroso.—

—Pero si vas solo en medio de la noche, algo te puede pasar... ¿Puedo acompañarte a tu casa?—

Hoshi lo pensó un poco, era verdad que su vecindario se hacía peligroso, en especial en las noches y tenía miedo, al contrario, no quería que Mingyu estuviese cerca de él, eso era lo que menos quería. Pero, no había de otra, así que asintió con su cabeza.

El recorrido fue silencioso, Hoshi observaba los copos de nieve caer, y la nieve blanca y brillante esparcida por las calles y banquetas, los árboles sin hojas, y finalmente las casa decoradas.

Cuando quedaron en la entrada de la casa del mayor, los dos chicos quedaron ahí parados, no sabían que decir o que hacer.

—G-gracias... Por... A-acompañarme...—

—No fue nada.—

Por suerte, el celular de Mingyu los interrumpió.

—¿Qué pasa Woozi?.... Tiene que ser una broma, no te pases enano, ¿en dónde crees que me quede?... ¡Ni loco! Voy a sonar como un raro si le digo eso... Aish, buscaré en donde quedarme... GRACIAS "AMIGO". —

—¿Sucede algo?—

Preguntó el mayor preocupado.

—Es solo que hace poco mi casa sufrió un... Accidente... Y me quedaba en la casa de Woozi hasta que terminaran de arreglar la mía , pero, ahorita me acaba de decir que no podré quedarme esta noche. Buscaré algún hotel.—

—Puedes quedarte aquí si gustas, hay una habitación para invitados... Es muy tarde y... No creo que hayan hoteles con habitaciones libres, es Navidad.—

—¿Seguro?—

El más bajo asintió nervioso. Mingyu miró hacia otro lado y acarició la cabeza de Hoshi.

—Gracias.—

—Por nada...—

El mayor dejó a Mingyu entrar. La casa no había cambiado en nada, era justo como la había visto por última vez. Recuerdos surgieron en su cabeza de cuando estaba con Hoshi, pero pronto vino el momento cuando perdió el control de sus emociones y se desquito con su pareja, diciéndole cosas horribles cuando el otro quería brindarle apoyo.

—La habitación está a un lado del baño... Con permiso, iré a tomar agua.—

SoonYoung se dirigió a la cocina y cuando se sintió seguro, empezó a llorar en silencio. Se sorprendió al sentir que alguien lo abrazaba.

—Hoshi yo... Lo siento mucho, en verdad... Tú no te merecías recibir esos comentarios horribles que te dije... Tú no eres feo y asqueroso, eres adorable y hermoso... No eres la peor persona en el mundo y tampoco desperdicié mi tiempo contigo, al contrario, eres la mejor persona que conocí y me encantaba pasar todos los días pegado a ti... Por favor... Perdóname... —

Hoshi soltó más lagrimas y le respondió el abrazo. Ocultó su cabeza en el pecho del menor y cerró sus manos en puños, jalando de la camisa del más alto.

—Te perdono...—

Al separarse del largo abrazo, Mingyu se acercó poco a poco al rostro del mayor, terminando con los pocos centímetros de separación cuando besó esos labios que le encantaban.

Fin