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Capítulo 8

En la torre Stark, todas las luces se encontraban apagadas, lo cual era extraño, ya que a su equipo le gustaba pasar el rato allí cuando no tenían misiones y, considerando que no siempre salían todos a una misión, siempre quedaba alguien allí.

Hace una semana que había salido de viaje y si mal no recordaba, tras la última misión - a la cual él no fue por obvias razones - Fury les daría un par de días libres, se supone que todos deberían estar presentes, pero no había nadie.

Al entrar al elevador le pidió a Friday que le informará sobre alguna misión sorpresa o algo, pero, resultó que todo estaba bien. Las opciones se empezaban a limitar y solo le quedaban:

A) Ya todos estaban durmiendo, lo cual dudaba mucho puesto que eran las 7:00 pm de un viernes.

B) Se fueron a comer a algún restaurante olvidandose de que el hoy regresaba, lo cual le parecía una completa falta de respeto hacia su persona, aún más de parte de cierto soldado de otro tiempo.

Al llegar a su Pent House, empezó a notar un leve destello en la parte superior de las escaleras que dirigían a la asotea, la había mandado a remodelar para mayor comodidad, específicamente, para alguna que otra cena de él o de sus compañeros con sus respectivas parejas. Ahora entendía la oscuridad, alguien debía de estar teniendo una velada romántica.

Dejando su equipaje de lado, la curiosidad le ganó y se dirigió a donde empezaba a hacerse más claro la luz, encontrando así un camino de velas y algunos petalos de rosa, ahora entendía el motivo por el cual sus compañeros no se encontrban aquí, le carcomía la curiosidad por saber quiened eran los tórtolos que habían montado semejante ambiente, solo esperaba no encontrarlos en una situación comprometedora.

Al llegar a la puerta, se encontró con un rotulo que lo hizo sorprendenrse mucho, para luego reír levemente, sabía que su novio era un romántico empedernido, a la vieja usanza, pero no sabía hasta que punto y eso, le encantaba.

Este decía: "No entre si no es Tony Stark... Por favor""

Tony rio, el mensaje inicial con toque agresivo, muy probablemente había sido idea de Nat y lo último, lo había agregado su chico de eso estaba completamente seguro.

En definitiva, le daba mucha ilusión el qué encontraría tras la puerta, así que lentamente la abrió, encontrandose a un Steve completamente vestido de gala, con una radiante sonrisa en su rostro levemente sonrojado, mirandolo directamente a los ojos con tanto amor que no se percató de nada a su alrededor hasta que parpadeo un par de veces y lentamente empezó a mirar a los alrededores.

En la terraza se encontraban petalos de rosa por todo el lugar, al igual que muchas velas tanto blancas como rojas. Lo cual hacían que se hiciera un ambiente de romance demasiado hermoso, había una mesa para dos, con un delicioso plato de su comida favorita servido y humeante, haciendo que instantaneamente se le hiciera la boca agua, no solo por el plato claro; lentamente dirigió su mirada a un mini reproductor que estaba a un lado de la mesa, en el lugar de Steve suponía, así que agudizó su oído escuchando sonar "Besame mucho" lo cual lo hizo sonreír, suponía que Steve había seleccionado una serie de canciones para esta noche, lo cual, lo puso un poco nervioso.

-No es nuestro aniversario, ¿verdad? Porque si es así, debo actualizar algunos datos en Friday ya que se supone, me lo debe recordar una semana antes para poder buscarte el regalo perfecto-Tony sonrió levemente pues no era mentira que había programado en todas sus IA la fecha de su aniversario, para tenerla presente desde antes y buscar algo lindo para su amado novio.

-No Tony, no es nuestro aniversario.-riendo levemente mientras se acercaba pausadamente como si fuese camara lente a Tony, Steve lo besó despacio, disfrutando del sabor de sus labios, inmediatamente sintió el exigir de su novio de profundizar y hacer más intenso el beso pero, si lo hacía, su plan no iba a funcionar, así que, decidió separarse recibiendo un gruñido de disgusto por parte del más bajo.- Tony, vamos a comer, ¿sí? Así hablamos un poco y me comentas de tu viaje, aparte; tenemos toda la noche para nosotros dos.- sonrió encantado por el puchero que Tony hizo, lo tomó de la mano y caminó hasta llegar a la mesa y, como el caballero que es, lo ayudó a sentarse, una vez ambos instalados en sus respectivos asientos, Steve estiro su mano para tomar la del genio.