capítulo 1

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Un padre no se hace de la noche a la mañana, y estos dos lo comprobaron.

Katsuki Bakugou y Eijirou Kirishima son unos muy buenos amigos, muchos de sus amigos los consideran pareja por obvias razones, ellos no se consideran así o más bien no lo han dejado en claro ya que ni siquiera saben que tipo de relación tienen.

Han llegado a un nivel de confianza mutua que no tiene límites, suelen dormir en la misma cama solo cuando Kirishima no pueda dormir, a veces suelen cambiarse uno frente a él otro— bueno Kirishima se sonroja mucho pero es normal en amigos ¿Cierto? Al igual que ducharse juntos cuando Mineta tarda horas en la ducha.

Ambos suelen ir de paseo, cada domingo de hecho, es el único día libre de ambos.

Un día normal y soleado –los favoritos del pelirrojo y los más odiados por el rubio– mientras ambos caminaban a Kirishima le asaltó un a duda que necesitaba aclarar en ese instante si quería dar el siguiente paso con Bakugou.

—Oye, Bakugou— miró a Katsuki que estaba caminando a su lado y bebiendo una soda de frutas—¿Has pensado en tener ya sabes, una familia en algún futuro?

El rubio escupió su soda a mitad de camino, Kirishima se detuvo y lo miró sorprendido por su reacción .

—¡¿Que carajos?! — aclaró su garganta y se limpió sus pantalones —Kirishima, no me preguntes eso mierda no lo sé, jamás me he imaginado eso.

A lo lejos en dirección a unos arbustos una llanto se escuchó, Kirishima volteó curiososo mientras Bakugou seguía limpiando su ropa.

—Kirishima, deja de llorar como un bebé.

Alzó la vista pero no era Kirishima quién lloraba.

—No soy yo, viene de por ahí.

Señaló directo a los arbustos, ambos se miraron entre sí, el pelirrojo fue el primero en ir seguido del rubio.

Detrás de los arbustos sólo había una cesta con una manta de color rosa pastel.

Kirishima la levantó y le hecho un ojo, Bakugou le indicó que levantará la manta, le obedeció, en ella estaba en vuelto un pequeño bebé pelinegro con ojos rojos y piel clara que al verlos comenzó a reír.

—¡Es un bebé! —cargó al pequeño sacándolo de la cesta y meneando lo por los aires — ¿Por que lo dejarían aquí?

—¿Como quieres que lo sepa? —se cruzó de brazos —No podemos dejarlo aquí, deberías llevártelo a tu casa

Al escuchar eso el bebé comenzó a llorar y hacer berrinche irritando a Bakugou, Kirishima lo sacudió para que no llorara pero el bebé no paraba, estaba desesperado rápidamente lo dejó en manos de Bakugou.

—¡Idiota! —el bebé se acomodó en sus brazos para poder dormir, apretó fuertemente el cuello de Katsuki —¿Que le pasa a esta cosa?

—Al menos se calló —suspiro cansado —Parece que le gusta estar contigo, ¿Te lo llevarías?

—La vieja se volverá loca —sabía que Mitsuki se volvería histérica si llevaba a otro bebé o aún peor pensará que es suyo.

—Debemos volver a la academia —Posó su mano en su mentón intentando pensar en un plan —¿Y si viene con nosotros?

—¡¿Estás loco?! Claro que no tarado —gruñó en voz baja para no despertar a el bebé que dormía plácidamente en sus brazos — Es muy peligroso para esta cosa.

No había otra opción ya era tarde y debían volver, Kirishima convenció a Bakugou y se dirigieron directo a la Academia.

Entraron lo más discreto que pudieron, pero Ashido los tomó por sorpresa, rápidamente Kirishima escondió la cesta detrás de su espalda.

Dos Idiotas y un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora