Ethical | 𝗖𝗗𝗠

12.

Narra Lynette.

Paso una semana desde lo que vi aquella noche y, lamentablemente, sigue cruzándose en mi cabeza una y otra vez. ¡No tendría porqué afectarme! Tal vez sólo es una amiga... o tal vez...

No, no creo que haya querido jugar conmigo a propósito sólo para que después resulte que tenga una novia o esposa incluso.
Quizá, simplemente, debería olvidarme de él y ya.

Hoy era viernes, salí de mi última clase del día y fui al comedor. Pedí unas papas fritas mientras intentaba enfocarme en otra cosa como qué hacer el fin de semana.
Pero seguramente sea el mismo plan de siempre: quedarme en cama todo el día.

-Hola.- una voz que conocía perfectamente se acercó.

-Hola Melody.- ¿Ya dije que no me cae bien?

-Lo siento, no quería parecer entrometida es sólo que te vi sola y bueno...

-Entiendo.- dije.

-Además queria pasar tiempo con alguien. Estoy muy cansada.- dijo.- ¿Quién me mando hacer una secretaria de un profesor?

Ugh, había olvidado que ella trabaja con el Sr. Zaidi.

-Seguro que sí pero Rayan es buena persona.- dije sin darme cuanta que dije su nombre y no su apellido como corresponde.- Digo el Sr. Zaidi.

-¿Te juntas con él, verdad?- la mire con una ceja levantada.- No creas que es para seguir los rumores y eso, sólo sé sincera conmigo.

Ja, si supiera la poca confianza que le tenía se fue a la mierda.

-¿Y si lo hiciera qué?

-Es que bueno, deberías tener cuidado. No querrás tener problemas con su mujer.- en cuanto oí esa última oración el trozo de papa frita que estaba comiendo se me cayó de la mano.- Oh supongo que no lo sabías.

-¿Y cómo sabes que tiene mujer?

-Él me lo dijo porque vi una foto en uno de sus cajones. Y bueno, salió la conversación.- de repente, Melody comenzó hacer gestos bastantes... de chica creída y su voz cambio a un tono igual.

No lo creo.

-Genial. Nos vemos Melody.- ella confundida, me miró pero yo sólo me largue de allí.

Debería hablar con él, aunque sea real o no las palabras de Melody. Tal vez esa mujer y esa foto que ella mencionó tiene todo que ver y tal vez él sí tenga esposa.

Ya vete olvidandolo, Lynn.

[...]

Luego de enviarle un mensaje a Castiel diciendole que debíamos cancelar la noche de películas por culpa del trabajo, me dirigí a la cafetería. Hoy me tocaba estar sola, Hyun está enfermo y Clemence bueno... es la jefa. Espero no morir en el intento.

El día pasó rápido afortunadamente. Ya me manejaba mejor comparado con la primera vez que no sabía ni hacer un batido de fresa.
Gracias a esto logré olvidarme de Rayan pero siempre, hiciera lo que hiciera, volvía a mi mente.

Lo odio, no me deja vivir.

Cuando por fin mi turno terminó fui casi corriendo al campus, hacia frío y digamos que hoy no me abrigué mucho.

Mientras llegaba al compus hice un repaso mental esperando a que no se me haya olvidado nada hasta que de repente mi documento de identidad pasa por mi cabeza.
Busco y busco en el fondo de mi mochila en todos los bolsillos existentes y nada. Mierda y más mierda.

Entré al edificio con la esperanza de que se encontrara allí en mitad del suelo y no en objetos perdidos.

-¿Lynn? ¿Qué haces aquí por la noche?- una voz hizo que pegara un salto del susto.