Dante.
Los días pasaban y pasaban, lo único que me importaba era Nero. Mi rutina era ir al bar a beber hasta perder la conciencia, volver al local e irme a dormir hasta el otro día y así sucesivamente.
-26 de agosto-dije observando la fecha de un revista que me había traído Trish.
Mañana era el día, Nero se iba a casar con Kyrie y yo como idiota iba a estar allí a un lado de la "persona que amo" con una sonrisa falsa felicitando a los recién casados.
La vida era un asco y más la mía, todo lo he echo mal, nunca noté que ante mi tenía a una gran persona que daría todo por mi como yo por él, pero no, Dante siempre tiene que ser un ciego y egocéntrico sin corazón que cuando le llega ese golpe para que reaccioné se da cuenta que ya es tarde. Bien hecho.
Esta noche iré a visitarlo, aunque sea una última vez y luego de esto me olvidaré de todo, se que dolerá pero será lo mejor.
Pasaron las horas benditas horas y al fin llegó la noche, me vestí y demás para ir en busca de Nero.
-¿A dónde vas?-preguntó Trish al verme apresurado.
-Iré hacer unos deberes, no me tardo-respondí rápido y sin importancia.
-Dante-llamó. Me detuve y voltee a observar su expresión de preocupación.
-¿Te encuentras bien?-preguntó acercándose a mi.
-Si, estoy bien-respondí soltando una leve sonrisa. Mentira, estaba destrozado. Trish me tomó del rostro aún sin borrar esa expresión.
-¿Estás seguro? No deseo verte de esta forma-dijo depositando un beso sobre mi frente.
-Estoy bien, enserio-respondí tomando sus manos.
Las acerqué a mis labios y deposité un beso sobre ellas.
-Volveré pronto.
Ella solamente asintió y voltee para así abandonar el local, era hora de hablar con Nero.
A paso rápido iba pensando en que le iba a decir, esperen ¿Qué le voy a decir? Ya le dije que no se case con Kyrie pero fue inútil ¿Qué le dire?
Llegué y me detuve en seco delante del castillo Fortuna, inhalé profundo tratando de calmar mi ansioso corazón y nuevamente caminé por detrás del jardín del cuál tiene un membrillo cerca de la ventana, siempre me subía en el para entrar en su cuarto y....bueno, lo demás ya lo saben.
Hice lo mismo que había hecho las veces que venía a visitarlo, aunque claramente esta vez no habría lo que tanto me gusta hacer con él o capaz que si, espero. Abrí la ventana y lo hayé sentado en su escritorio escribiendo, hice escuchar mis botas yse tomó una gran sorpresa.
-Dante-me nombró de ojos bien abiertos al voltear y verme.
-¿Te sorprendí?-pregunté divertido entrando a su cuarto.
-¿Qué haces aquí?-preguntó confuso.
-Vine a hablar contigo-respondí.
-Dante, ya te he dicho que esto acabó-bufó rodeando los ojos.
-Para mi no-negué acercándome-Nero yo te amo-agregué por último rozando una mano por su mejilla derecha, me atreví a hacerlo sabiendo que me podría volar la cabeza de un balazo pero en cambio su rostro se sonrojo.
-Basta Dante-negó tomando mi mano y apartándola de su rostro.
-Nero escúchame-hablé sin soltar su mano.
La acerqué a mi pecho mientras lo observaba aunque él no lo hacía.
-Te amo Nero, escucha mi corazón cada vez que te tengo cerca, se pone tan tonto.
Solté una sonrisa al ver sus mejillas más sonrojadas que antes. Solté su mano y fui directo a la ventana.
-Lo gritaría a los cuatro vientos si así tengo tu amor.
-Dante pero que haces...
Saqué apenas mi cabeza de la ventana.
-¡Amo a Nero y haría cualquier cosa por él!-solté.
-Dante ya-dijo dando tirones a mi gabardina para que entrara.
-Por ti haría cualquier cosa-y me acerque a él.
-También te amo Dante.
Al oír esas palabras el corazón parecía que me iba a estallar de alegría.
-Pero no puede ser lo nuestro.
Mi rostro lleno de luz se había apagado, como si todo el mundo se viniera encima de mi.
-¿Por qué?-pregunté, fueron las únicas palabras que salieron de mis labios, apenas se podía oír mi voz por la angustia.
-Tú sales con Trish, yo con Kyrie ¿Cómo vamos a decirle que realmente nos amamos?
-No me importa el que dirán, yo te amo a ti y eso es lo que importa.
-No es así Dante.-negó apartando las manos de su rostro-Ellas también tienen corazón.
-¿Y que hay del mío? ¿Acaso yo no cuento aquí?-inquirí.
-No se trata solo de ti Dante-observó con el ceño fruncido.
No me defendí, solo quedé en silencio desviando el rostro a un lado.
-Esto es tan...ridículo-comenté soltando una risa con un sabor tan amargo.
Me observó confuso.
Levanté el rostro sintiendo mis ojos arder en lágrimas.
-Fui tan idiota al no darme cuenta de la persona que tenía ante mi-negué con la cabeza.
Las lágrimas comenzaron a caer, era la primera vez que lloraba por alguien, mordí mi labio inferior para no dejar salir el yanto. Nero me observaba asombrado y a la vez sus ojos comenzaban a inundarse en lágrimas.
-Cuando te tuve a mi lado que dabas todo por mi no me había dado cuenta de ello y ahora mírame, aquí llorando cómo idiota perdiendo lo único importante en mi vida-dije disgustado y adolorido.
La voz se me comenzaba a entrecortar por el nudo en la garganta.
-Dante yo...
Se detuvo, sabía que si hablaba terminaría largando el yanto así que no dijo nada, se mantuvo al margen.
-Perdón por molestar-me disculpe yendo en dirección a la ventana-Por cierto.
Voltee a observarlo ya con la mitad del cuerpo fuera de la ventana.
-Feliz boda-felicite forzando una sonrisa.
Abandoné la habitación y de un salto baje del membrillo. Me fui de allí con el corazón más roto de lo que ya se encontraba, aunque dudo que aún tenga corazón luego de esto.Volví ♥ muchas gracias por esperarme todos estos días, muchas gracias por sus hermosos comentarios de ánimo, no saben lo bien que me hacen sentir. Simplemente gracias, gracias por todo. ♥
ESTÁS LEYENDO
░A░r░e░ ░y░o░u░ ░r░e░a░d░y░?░
Fanfiction𝐃𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐦𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐚𝐧 𝐚 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬 ¿𝐂ó𝐦𝐨 𝐬𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫á 𝐞𝐬𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚? ¿𝐀𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐛𝐢𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫á𝐧 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭...