Haechan [MarkHyuck/ MarkChan]

Mark (Perfecto) Lee

Mark era perfecto.

Eso fue lo que Donghyuck pensó desde la primera vez que lo vio entrar a su salón de clases.

El chico era tierno... Muy tierno. Era sociable y muy inteligente. Siempre se presentaba impecable a clases y a tiempo... Y si, era hermoso.

Al contrario de Donghyuck.

No es que él fuera perezoso. Tampoco era estúpido (después de todo tenía una beca), simplemente no podía comprender algunos de los temas que le daban en clases en su ya penúltimo año antes de ir a la universidad.

En ocasiones, tardaba más de 2 o 3 horas tratando de entender algo, y no podía dormir bien por estudiar hasta altas horas de la noche. Donghyuck no podía perder su beca.

Tal vez era la razón principal por la cual siempre parecía desalineado y aveces... Solo aveces, se quedaba dormido en clases.

Donghyuck no tenía muchos amigos... En realidad, no tenía ninguno.

Los chicos de su salón y otros que había conocido a lo largo de su infancia y pre-adolescencia tenían diferentes motivos para no ser sus amigos: "Estas gordo y feo", "Eres negro", "Eres muy ruidoso", "Eres muy pegajoso, aléjate de mí", entre otros.

En realidad, no se sentía mal por estar solo... De alguna manera se había acostumbrado a estarlo, pero cuando su maestra de matemáticas le asignó como tutor a Mark Lee, "el chico perfecto" que llegó de intercambio de Canadá, pensó que tal vez... Solo tal vez, por fin, podría tener un mejor amigo... O por lo menos un amigo.

-¡Hola, Mark! Soy Lee Donghyuck, pero puedes llamarme 'Haechan'- dijo, muy emocionado el rubio, extendiendo su mano hacia el canadiense, mientras estaban en la oficina de su maestra luego de que ésta los asignara como tutor y pupilo.

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-¿Esta es tu casa?- preguntó Mark mientras observaba a su alrededor apenas cruzó la puerta.

La casa de Donghyuck no era realmente gran cosa. Solo un pequeño apartamento de 3 habitaciones con una decoración algo antigüa, una chimenea, una cocina un poco más moderna que el resto de la casa y un baño.

- ¿Vives solo?- preguntó el canadiense una vez estuvieron en la habitación del rubio, la cual tenía un sol pegado en la puerta.

- Casi- mencionó Donghyuck mientras sacaba sus libros y organizaba sus lápices sentado en la alfombra de su habitación.

-¿Casi?- cuestionó Mark mientras sentándose a su lado.

- Es... Algo complicado- explicó Donghyuck, mirando por fin a Mark. - Vivo con una señora de 65 años. Yo... Ella me adoptó cuando yo tenía 14 años. En ese momento, pensaba que nadie me adoptaría. La señora Lee había perdido a su esposo y sus hijos viven en el extranjero, necesitaba compañía y no podía criar a un niño pequeño por su edad. Ella tenía muchas de sus amigas de la iglesia trabajando en el orfanato, así que al final, logró adoptarme apesar de su edad y de no tener tantos recursos.-

- Entonces, tus padres...-

- No sé quiénes son. La Señora Lee es mi única familia.- Concluyó Hyuck desviando la mirada. En ese momento, mirar la alfombra parecía más cómodo y menos doloroso que ver esa cara de lástima en la cara del pelinegro extranjero.

-Pero tengo un techo y una cama donde dormir, ropa que vestir y comida en la nevera. No me quejo.- dijo levantando la mirada de nuevo y abriendo sus libros de matemáticas- ¿Empezamos?

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