Quédate Conmigo (MINHO - ONEW SHINee)

Capítulo 2

Hola :)
Muchas gracias por los votos y comentarios, espero no decepcionarlos.
Procuraré que los próximos capítulos sean más largos.
Lean por favor. :)
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No fue difícil para Jinki darse cuenta que Emma tenía baja autoestima.

Al principio se daba una idea, pero luego de la primera invitación a comer a su casa, donde por cierto disfrutó de los deliciosos platillos de Clara, se dio cuenta por la gran bolsa negra que cubría el espejo del tocador de Emma, que la cosa era más seria.

Onew desde aquél día se prometió ayudar a Emma a quererse. Así que un día, sin más, comenzó a hacer cumplidos a la pequeña, sobre su apariencia y forma de ser.

Y como era de esperarse, Emma no le creía ni media palabra, sólo se ponía colorada.

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La escuela en la que ambos iban contaba con todos los niveles de estudio, así que cursaron juntos los siguientes años.

Onew se había vuelto alguien muy importante para Emma, quien al pasar de los años había comenzado a creer algunos de los cumplidos que le hacía.

Él sabía que ambos necesitaban ayuda, pues a pesar de quererse como eran, la gente era muy dura con las críticas.

Onew a pesar de quererse con sus gorditos, buscó algún lugar en donde los dos pudiesen ir a hacer ejercicio juntos, y cuando lo encontró se lo dijo.

Emma también buscó ayuda así que pidió a su mamá llevarla con alguien que le ayudara a comer saludable.

Con ésta combinación y el paso de los meses, ambos fueron cambiando de forma favorable.

Onew comenzaba a marcarse y Emma adelgazar. Cosa que a ambos les encantaba, la gente comenzaba a hablar de ellos pero ahora de forma positiva.

"¿Te has dado cuenta que Onew es guapísimo?" "Emma no se queda atrás" decían sus compañeros.

Emma se sentía feliz pero le molestaba que ahora la gente se mostrara agradable con ellos. Que hipocresía, pensaba.

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Onew sabía, mucho tiempo atrás que los sentimientos que tenía por Emma no eran de simple amistad, se había enamorado de su forma de ser, de su valentía y ahora aún más por su fuerza de voluntad.

Emma también veía a Onew con amor, sentía un gran agradecimiento por él, por ayudarla a salir adelante y por no dejarla sola.

Aparte los padres de ambos se conocían a la perfección. Incluso ambos colaboraron para ayudar a sus hijos.

Tiempo después de conocerse, Emma se había enterado de la carnicería con la que contaban los papás de Onew, razón por la cual estaba gordito en la infancia.

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Llegado el momento de elegir alguna carrera, ambos según sus experiencias decidieron escoger alguna donde ayudaran a las personas como hicieron con ellos.

Onew eligió cultura física, en donde ayudaría a la gente a hacer ejercicio y Emma quería ser nutriologa.

Los padres de ambos lo aprobaron y estuvieron aún más feliz por saber que irían a la misma Universidad.

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-¿ Qué sucede? - Decía Jinki a Emma, mientras reía al verla, ya que le temblaban las manos, estaban a unos minutos de entrar a la Universidad.

- ¿No estás nervioso? - Dijo ella viéndolo a los ojos.

Onew se le quedó mirando un buen rato, la imagen de Emma, con su cabello largo, su fleco de lado, toda tímida,frágil y nerviosa, le provocó unas ganas tremendas de acercarse a ella, hasta que no pudo más. Provocando que Emma se tensara al sentir los labios cálidos de Onew sobre los suyos.

- Sí, si estoy nervioso - Dijo separándose de ella.

A Emma no dejaba de darle vueltas la cabeza, Dios de un momento a otro Onew se había vuelto más guapo de lo que ya era.

Él se levantó de la banca que se encontraba afuera de la universidad, acomodó su pantalón de mezclilla y su camisa de cuadros roja. Él sabía que no era el momento ni el lugar para hacerlo pero sentía la necesidad de besaela.

Extendió la mano hacia Emma, era hora de entrar a la escuela.

La llevaría primero a su salón y luego iría al edificio siguiente para encontrar el suyo.

Emma tomó su mano, ahora ya no pensaba en entrar a la universidad, únicamente en el pequeño beso que se habían dado.

Como lo había planeado, Onew dejó a Emma en su salón y se dirigió a su edificio.

Salió caminando y al entrar a su edificio pudo ver un montón de chicos aventandose balones, corriendo y demás. Iba distraído buscando su salón, cuando escuchó gritos.

- Cuidado, cuidado. - Gritaron.

En seguida el volteo y sintió un golpe en el estómago. Onew se tiró al piso sobandose y entre sonrisas pensó que si tuviera una enorme panza tal vez no hubiera dolido tanto.

Un chico alto, delgado, muy guapo se acercó corriendo, ayudó a levantar a Jinki y tomó su pelota.

- Lo siento amigo.

- No hay problema - Dijo Onew siendo amable y sonriendo como siempre.

- ¿Nuevo ingreso? -le preguntó el chico.

Onew asintió. -Los salones son en el segundo piso. Nos vemos en alguna clase.

Onew le sonrío y comenzó a caminar hacia las escaleras.

Por alguna razón, no solo por el balonazo, aquél chico no le agradaba.