Mi dulce chico.©✔️ HC. [Saga Miedos Y Amor #1] BL

Mis heridas.

Algunos amores nos convierten en lienzos decorados de heridas-Umbra.

AARON.

Viktor, Viktor, Viktor.

Su nombre es lo único que tengo en mi mente. No puedo creer que ese chico de intensos ojos negros se haya fijado en alguien como yo. Es que soy un desastre; termino llorando por cualquier cosa, me gusta comer a todas horas, odio hacer ejercicio y sobre todo amo domir. Tengo un muy mal humor, bueno solo cuando me despierto, puedo verme como una muñeca de porcelana, pero por dentro sé que soy un jodido antipático y odioso. Aunque esto solo lo sepa yo.

-Buenos días, lindura-Esa voz burlona me hace sentir náuseas. No quiero girar y encontrarme con él-. La muñeca rubia no desea saludar hoy, ¿eh?-Siento un golpe seco en mi cabeza, creo que me ha desparramado las neuronas.

Bajo la cabeza, espero que termine rápido y me deje en paz. Desde tercer año que Arnold Monterreal se encarga de joderme la existencia. No puedo hacer nada, él siempre gana aún cuando los demás saben que es un parásito de mierda. Por él es que tengo que actuar como un jodido sumiso miedoso. Tengo que dejar que se burle de mí y sí se le antoja permitir que me golpee para demostrarle a los demás que es el rey de los idiotas.

-Mírame cuando te hablo, muñequita-Evito gritar cuando me toma por los cabellos con brusquedad, y me hace mirar esos ojos carentes de empatía.

-Por...fa...-Doy un grito ahogado cuando impacta su rodilla en mi estómago.

Caigo al piso, desde mi lugar noto como su pie se eleva con intensiones de golpearme, lo hace, me golpea hasta que se siente satisfecho.

Lo odio, lo odio tanto.

***

La enfermera me da una mirada demasiado seria y molesta. Ella sabe que no me caí, pero no puede hacer nada si yo no afimo sus sospechas.

-No está bien-dice dejando el alcohol sobre una mesita blanca-. ¡No es correcto que mientas de esta manera, Aaron!-exclama girando sobre sus talones y masajeando sus sienes.

-Solo deme el permiso para poder irme a casa-digo sin expresión.

-Hasta aquí, niño-dice con demasiada seriedad-. Hablaré con tu madre, no voy a permitir que sigan golpeandote de esta manera.

Me paro de golpe y la tomo por la muñeca con demasiada fuerza. Se sorprende cuando le doy una mierda rotunda.

-No, no inmiscuya sus narices donde nadie la llama. Me caí cuando corría hasta el segundo piso, eso es lo que sucedió, ahora deme el puto permiso, ¿bien?

-Aaron, por favor, intento ayudar...-La suelto con brusquedad.

-No necesito de su ayuda. Deme el permiso y terminemos con esto.

Ella suspira y firma el permiso para luego entregarmelo, no dudo ni un segundo en tomarlo y salir de la enfermería.

Salgo del edificio escolar y en lo único que pienso es en que soy un idiota. Esa mujer siempre intenta ayúdame, pero no puedo meterla en esto también. Si Arnold se entera de que abri la boca, de seguro le hará daño a mi princesa, la chica que logra que sonría todos los días al regresar a casa, y si él daña a mi hermana yo no lo soportaría.

Natasha, ¿por qué tienes que enamorarte de los chicos malos?, Si él no fuese su novio todo sería más fácil, pero a veces el amor nos convierte en personas ciegas, seguidoras de mentiras.

Espero mi amor jamás sea de esa manera.

Deseo que Viktor no me haga daño, porque ese chico se ha convertido en alguien muy especial para mi, sus miradas indiscretas y su voz, joder su voz es una canción dark llena de un misterio profundo, él se han vuelto como mi adicción. Aún no me atrevo a decir que esto es real, porque nuestros sentimientos son muy intensos y sinceramente no deseo que por apresurarnos esto que tenemos se desvanezca. Aún no he contestado a su pregunta, anoche mi madre tocó la puerta cuando estaba por responder a su inquisición y pues tuve que marcharme y recibir un sermón de la señora Marine Celiz.

-«¿Tú, quieres ser mi novio?»-Preguntó antes mi mirada brillante. Claro que sí, le hubiese dicho de no ser por mi madre.

Hoy tengo que evitarlo a como de lugar, él no puede verme en este estado, no deseo que vea mis heridas.

UmbraBlack.