Un Ninja Entre Héroes

Capítulo 17: Campamento

El sol se alzaba en lo más alto del cielo, y la clase 1-A estaban entrando al bus que los llevaría hasta el campamento. Pararon en un baranco, y de un auto lujoso negro bajaron las Pussycats. La rubia señaló que se alojarían en una montaña lejos de su actual posición, señalándola.

-Los que no lleguen antes de las 12:30 am, no almuerzan.- dijo la castaña, y una avalancha de tierra los tiró a todos por el precipicio, excepto a Naruto.

-Que fastidio...- murmuró el rubio, acumulando un 10% del One For All en todo su cuerpo, para luego saltar muy lejos.

Pasó una hora, y el ojiazul al fin había llegado. Se tuvo que enfrentar a varias bestias de tierra, pero las partía a la mitad con su Chidori.

-¡Felicidades, has tardado una hora en llegar, es un nuevo récord!- dijo la castaña, dándole algo de comer al chico.

-Te lo agradezco.- dijo el ojiazul, comiendo el arroz tranquilamente.

-Naruto, he visto tu pelea contra All Might...- comenzó Aizawa, sentándose al lado del alumno, y las Pussycats no escuchaban la conversación.

-¿Tienes algo que decirme o preguntarme al respecto?- preguntó el rubio.

-Quería decirte que cada vez me impresionas más, y vas en buen camino. Si sigues así, serás el héroe número uno.- dijo el pelinegro, que se quedó dormido en su bolsa de dormir amarilla.

Los alumnos seguían enfrentando a las bestias, pero eran interminables. Pasaron 7 horas hasta que los alumnos llegaron, y vieron sorprendido como Naruto y Aizawa dormían plácidamente.

-Dejen sus cosas en los cuartos, báñense y cenen en la cafetería.- ordenó Aizawa, y todos obedecieron.

-Disculpa, ¿Cuál es tu nombre?- le preguntó Midoriya a un niño, pero este lo recibió con un puñetazo en los testículos.

-Son niños que quieren ser héroes...- murmuró Kota, para luego irse.

Posterior a esa escena, los alumnos comenzaron a cenar tranquilamente; se bañaron y durmieron hasta las 5:30 am. Aizawa le pidió a Bakugo que lanzara un balón lo más lejos posible, y no hubo mucha diferencia con el primer resultado. Posterior a eso, Eraser Head explicó que entrenarían los Koseis hasta la muerte.
Bakugo tenía que mojar sus manos en un barril de agua y hacer una explosión hacia arriba. Ochaco estaba dentro de una pelota de goma y bajaba por el acantilado, para eliminar las náuseas. Aoyama usaba su láser por más tiempo aunque duela. Rikido tenía que comer azúcar, mientras que Yaoyorozu comía mientras creaba cosas. Shoto estaba dentro de un barril de agua, y tenía que regular la temperatura con su hielo y fuego. Kaminari pasaba su electricidad hacia una batería, para aumentar la cantidad de voltios que podía emitir. Midoriya peleaba con Tiger, que era súper flexible. Ashido tenía que usar su ácido por tiempos prolongados. Lida corría largas distancias, para aumentar su resistencia. Ojiro golpeaba con su cola al endurecido Kirishima. Shoji intentaba localizar a Toru, la chica invisible. Tokoyami estaba en una cueva muy oscura, intentando que Dark Shadow no tome el control. Koda estaba ejercitando sus cuerdas vocales, para extender el rango de su Kosei. Sero producía cinta sin parar, para aumentar su capacidad y alcance. Jiro intentaba perforar las piedras con su Earphone Jack. Asui escalaba el acantilado con su lengua y cuerpo, fortaleciendo sus músculos. Mientras tanto, Naruto entrenaba con el One For All en un sitio muy apartado, creado para él.

Los de la clase B veían todo esto, y sus almas salían de sus cuerpos por el miedo.

A la noche, los 40 alumnos debían preparar su propia comida, con las cosas que les daban las Pussycats.
Naruto prendió un poco de carbón con un pequeño jutsu Katon, y luego cocinó su Curry. Pasados algunos minutos, el rubio había cocinado dos platos de Curry, y fue a una montaña.
Vio a Kota allí, y le tendió uno de los platos.

-No tengo hambre.- dijo el niño, pero su estómago resonó en el silencio.

-Tu boca dice no, pero tu estómago dice sí.- dijo el ojiazul, dándole un plato, y sentándose a comer.

-¿Tus padres eran héroes?- preguntó el rubio.

-Sí, murieron en una misión...- dijo el niño triste.

-Mis padres también eran héroes, y yo jamás los conocí, solo leí cosas sobre ellos.- dijo Naruto.

-Eres como yo...- dijo el niño.

-No. Yo he superado la muerte de ellos, y tú sigues enojado y triste.- dijo el ojiazul, terminando su plato.

Siguieron comiendo, y los dos volvieron al campamento tranquilamente.

En una montaña, siete figuras estaban mirando al campamento.

-¡Déjenme destruirlos rápidamente!- exclamó un enmascarado.

-No, esperaremos a que estemos los 10...- dijo Dabi, sonriendo malévolamente.

Al día siguiente continuaron con el entrenamiento, y Naruto ya podía controlar el 20% del One For All. Comieron estofado, y a la noche harían una prueba de valor, excepto los de las clases extra, que seguirían estudiando.
La prueba consistía en que una clase asustaría, y la otra debía salir en parejas de dos cada tres minutos y buscar las placas con sus nombres.
Los que asustarían eran los de la clase 1-B, y los que serían asustados eran los de la clase 1-A. Se sortearon los equipos, y Naruto quedó solo. Comenzaron a salir, y ya se escuchaban los gritos. Pero sintió unas presencias malignas distribuidas en el bosque, y vio como Pixie-Bob era atraída y golpeada en la cabeza por un hombre que desconocían.

-¡Suéltenla!- exclamó Tiger, sacando sus garras.

-Somos el Escuadrón de Vanguardia de La Liga de Villanos. Hemos venido para matarlos a todos...- dijo un hombre lagarto de pelo rosa y con vestimenta idéntica a la del Asesino de Héroes.

Se podía ver humo negro, y llamas azules, indicando que alguno había provocado un incendio. Naruto vio que Mandalay comunicó a Eraser Head de lo sucedido, y recordó algo muy importante.

-Sé dónde está, lo iré a buscar.- le susurró el rubio al oído de la castaña, que asintió.

El ojiazul salió corriendo hacia la guarida secreta de Kota, ya que sentía una prescencia enormemente fuerte en ese lugar.