Baile de Luna Llena [Sterek] (Omegaverse)

Prologue: Première partie [1]

Dos días antes de la Première nuit [Primera noche]

Veía a personas caminando y como la tierra era soltada y elevada por los caballos hasta volverse una molestia en el aire, no le importaba tanto ya que el estaba adentro y no debía respirarlo, pero se imaginaba lo tedioso que era aquello.

Su traje le apretó un poco la entrepierna, se movió incómodamente recibiendo una ceja alzada de su tío y consejero, Peter.

─ ¿Sucede algo, sobrino?

El azabache solo sonrió y negó con la cabeza, los ojos verdes escudriñaron su rostro en busca de cualquier signo que señalase alguna incomodidad. Derek lo notó y se sonrojó.

─Solo estoy nervioso por... la tradición y eso.

Peter sonrió.

─La tradición nunca a matado a nadie, no te preocupes tanto.

─Pero, ¿Y si no encuentro a nadie?, me refiero a que no quiero pasar mi vida solo o que la persona que elija no sea para mi y me deje como... ─ Derek paró de hablar dándose cuenta de donde se estaba metiendo.

─ ¿Cómo yo? ─Terminó su frase Peter, Derek bufó y negó.

─Sabes a lo que me refiero. ─Dijo cabizbajo.

─Derek, el amor es... el amor es... veló como un corcel, hermoso, ágil, veloz, imponente, hay muchos caballos en el mundo, pero no todos son un corcel. Ese majestuoso animal te podrá transportar a lugares hermosos y hacerte creer que puedes volar, pero nada es perfecto, y ese corcel te puede hacer caer y darte de cara contra el suelo, puede relincharte y alejarse corriendo de ti. Créeme, si buscas bien y no te fijas solo en lo superficial, eso se deteriora con el tiempo, no, debes buscar con los otros ojos y ver lo que no todos puedes, entonces es cuando encontrarás a tu corcel.

Derek lo miraba significativamente.

─Pero tu...

─No importa lo que me haya o no sucedido a mí, Derek. ─Lo interrumpió el ojiazul. ─ Mi ex esposa me quiso tanto como yo la quise a ella, pero eso no era el amor que se busca en esa tradición, porque yo no busqué bien y vi lo que todos veían. Solo era un rostro bonito. Su corazón no era lo que yo quería. Por eso no resultó y por eso ella se fue, pero tengo a Malia, eso hace que me de cuenta de que, en realidad, no me arrepiento, solo desearía poder encontrar a otra persona con quien compartir la vida que me queda.

El azabache se volteó a la ventana, debatiéndose si en realidad caería en el mismo juego estúpido y colegial de amar por conveniencia.

Su madre y su padre le habían presentado una larga fila de omegas mujeres perfectas para procrear y seguir en el trono, obviamente todas eran de familias millonarias con tierras y muchos sirvientes.

No podía entender porque ninguna le llamaba realmente la atención... o no como se la llamaban a los demás Alfas que conocía. A veces deseaba solo elegir a alguna omega adinerada al azar y marcarla y tener hijos y dejar de tener ese peso en los hombros. Pero luego veía a sus padres y la infelicidad con la que cargaban día a día, todas las cenas donde bebían con sonrisas más falsas que el cabello del conde de Weseltonia.

Suspiró al sentir el carruaje detenerse, vio como Chris abría su puerta haciendo una reverencia cuando bajó. El día era soleado así que no sorprendió ver a Travis sosteniendo una sombrilla por encima de su cabeza con cuidado y precisión, sin que él se lo pidiera.

─Gracias. ─Dijo con un asentimiento hacia el hombre de cabello cobrizo y ojos de un claro celeste detrás suyo, tenía la complexión de un guerrero y las facciones de todo un alfa -Aunque fuera un omega-, llenas de imposición y respeto.