Baile de Luna Llena [Sterek] (Omegaverse)

►Chapitre deux◄ ❶

Heures pour la deuxième nuit

[Horas para la segunda noche]

Stiles estaba frente al rey, quien -para sorpresa de Stiles. – lo miraba con una sonrisa. El imponente alfa se puso de pie de su trono y le hizo una seña de que lo siguiera.

El jardín del palacio era lo más mágico que había, pero a esa hora... era el paraíso, la puesta de sol se notaba en todo su esplendor, con las nubes teñidas de diferentes tonos de anaranjado, rojo, rosa y incluso púrpura.

─Sé lo que debes pensar sobre mí. Tal vez creas que tengo los más grandes prejuicios contra los omegas varones o algo por el estilo. Pero, aunque no lo creas... mi hermano era un omega.

─ ¿Era? ─Entonces el castaño se mordió la lengua.

─Si, era un omega. Desde pequeño no le gustó como algunas personas lo miraban o a los demás. Siempre fue valiente a pesar de saber su "posición". Un día, dijo decidido que quería defenderlos. Estuvo dos años en el ejército, la guerra se desató contra el sudoeste, quería que les diéramos a todos los omegas hombres que teníamos. El rey... quería a mi hermano. Peleo y peleo, con todo lo que tuvo. Aún no sé cómo lo dejaron, nunca han dejado a un omega. Tal vez por su decisión, era implacable, yo diría, incluso más que cualquier alfa que haya visto en mi vida. La guerra acabó, fuimos a recibir a todos nuestros defensores cerca de la frontera y el... no estaba ahí. Uno de sus amigos más cercanos nos dijo que lo perdió de vista un segundo y él ya no estaba, pero había mucha sangre y que creía que estaba muerto. Lo buscamos durante semanas. Pero el ya no estaba.

Stiles lo miraba con pena, podría decir que era la primera vez que veía al rey llorar, ni siquiera lo había visto con los ojos cristalizados. Se veía realmente triste.

Sus instintos se activaron, el olor a tristeza acariciaba su nariz y la hacía doler, entonces lo abrazó. Abrazó al rey.

Rápidamente se separó de él luego. Bajó la cabeza, sorprendido.

¡¿Qué demonios, Stiles?!, se reprendió el mismo.

Probablemente le cortarían las manos.

Su corazón parecía querer salir, hasta que escuchó las melodiosas carcajadas del rey. Lo miro con curiosidad.

─Puedo escuchar tus latidos en mis oídos, Stiles. No te preocupes, no es como si te fuéramos a darte cadena perpetua o algo así.

El castaño se relajó visiblemente.

Sintieron algunos carraspeos y se voltearon para ver a tres personas al frente suyo.

Una mujer con sonrisa amistosa, ojos claros y cabello rojizo.

Una chica con el mismo cabello de la mujer, cabizbaja.

Y un hombre de expresión seria, tosca y ojos verdes expresivos.

─ ¡Mira, Adrien!, es el apuesto chico de anoche. ─Dijo con emoción. ─ Tu eres el que bailó, ¿No?, por Dios, bailas excelente. Mejor que cualquier chica o chico que haya visto.

El hombre a su lado la miró con el ceño fruncido, aunque, más que enojado o disgustado, se veía profundamente perplejo.

─No creo haber sido yo madame, tengo la seria idea de que fue mi pareja la que se movía espléndidamente. Créame, si me viera bailar sin monsieur Jackson, comprenderían que tengo dos pies izquierdos.

─Lo dudo. Creo que con quien sea que baile, incluso si lo hace solo, sería quién captaría las miradas de todos. Déjeme decirle, que cuando baila, chevalier Stiles, es como si el mundo se detuviera a admirarlo, me incluyo.