~Nuevo mundo~

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Seguí caminando por el sendero de la vida, hasta que descrubrí el porque seguir avanzando recto, si puedo tomar atajos...

Hoy tambien tuve esa pesadilla, de la muerte de mis padres. Cada día las tengo, me recuerdan a mi misma sobre el porque vivo 

-permiso, mi señorita. Entraré a la habitación-después de decir aquello, Marie entro

-Marie, hoy es el día-dije levantándome de la cama

-asi es-comenzo acercarse

Permanecí en silencio mientras comenzaba a sacarme la ropa lentamente, observaba cada parte de mi cuerpo mientras me seguía preparando. Mi mirada se detuvo perpleja en la marca en mi estomago, era el Péntaculo 


*Flashback*

Observe fijamente mi estómago: ¿¡que es esto?!!!

Seguí tocandolo creyendo que dolería como ayer pero no es así..

-buenos días, mi señorita-dijo a chica de mi lado mientras hacía una pequeña referencia

-tu eres...!!

*Fin de flashback*


Tras ya acabar, me mire en el espejo. Esta vez me puso un hermoso vestido rojo como el de la sangre, este tenia unos volantes que le hacían juego, finalmente en mis pies tenía puesto unos zapatos del mismo color que el vestido. La he mirado y ella tiene puesto un suéter de color gris, con unos pantalones de color azul marino y en sus pies con unas zapatillas deportivas del mismo color que el suéter

-¿que es esa vestimenta, Marie?-le dije

-iremos al mundo humano. Hay que pasar desapercibida-dijo sonriente

-lo dices por ti! ¿y yo que?, parezco salida de la nobleza-dije mirando el cuadro de la reina

-no sea así-comenzó acercarse- esta perfecta-me tomo del mentón

-en cambio tu, pareces hombre-le dije fría

Ella se separo de mi y dijo:-no me interesa parecerme hombre u mujer, yo solo estoy aqui para protegerla sin importar nada

-hay que dejar de charlar e comenzar nuestro hermoso viaje-dije comenzando a marcharme

Ella me siguió durante todo el camino, no me despedí de nadie ni de nada, no hay nada importante para mi en este lugar, ni siquiera mi propia hermana que actúa como una hipócrita

-¿esta pensando en su hermana?-me dijo Marie con una pequeña sonrisa reflejada en sus labios

-no. Pensar en ella se me revuelve el estomago, deberías de escuchar como ruge mi panza-le dije mientras continuaba el camino

-eso es hambre, mi señorita-sonrió 

Solo cerré la conversación, no me gusta conversar cuando esta apunto de suceder algo muy importante e único. Al llegar a mi destino, comencé acercarme lentamente al portal el cual pronto se abrirá con el poder de Marie. Me detuve en mi destino y al observar atras mio me percate de que Marie no estaba ¿cuando paró de seguirme?

-Marie!-di un pequeño grito y tras no parecer a mis llamados, solo tuve que decir- Marie, te ordenó que vengas aquí! 

Al terminar de decir mis palabras, ella apareció frente a mi

-¿que tanto hacías?-le mire fijamente

-me disculpa, pero estuve buscando comida para usted-me mostró una bolsa que escondía. La continué mirando- cuidar de mi señorita, es mi deber

Cicatriz de un triste OtoñoWhere stories live. Discover now