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— ¡Emily Cecilia Espinosa!

Escuchamos el grito de la mujer que me engendro obligándome a levantarme de la cama de una buena vez. Digo "escuchamos" porque estoy totalmente segura que mis vecinos también la oyeron. Pero ya deben estar acostumbrados, sinceramente no sé como mi madre no se queda sin voz aun.

— ¡Dos minutos más! —Respondí mientras tomaba la almohada que se encontraba a mi lado y me la colocaba en la cabeza. No pude estar mucho tiempo, ya que a los segundos un cuerpo cayó sobre el mío, asfixiándome.

— ¡Arriba, Emily! —Esta vez no era mi madre, si no el idiota de mi hermano, saltando en la cama o sobre mi algunas veces. Quite la almohada de mi cabeza y observe como sus pies subían y bajaban, no dude en atraparlos, logrando que caiga al suelo de cabeza. — ¡Santa y jodida madre! —Exclamo una vez que su cuerpo choco contra el suelo.

— ¡Matthew Emiliano Espinosa! —Grito mi madre desde el piso de abajo.

Diablos, si que tenia oídos.

—Levanta el puto culo de la cama, Emily. Hay mucha gente esperándote abajo para convertirte en tu guapo hermanito. —Anuncio Matt levantándose del suelo, su mano se encontraba en su cabeza, acariciando donde se había golpeado. Apuesto que le saldrá un gran chichón.

—Ya voy, idiota. —Largue un suspiro y quite todas las mantas que cubrían mi cuerpo. —Di algo sobre mi pijama y te juro por el amor que le tengo a mi madre que te dejo sin pelotas. —Advertí para luego levantarme, me encontraba vestida con un pijama de ositos pandas y no inocentes. Había muchos ositos pandas follando en diferentes posiciones, me lo compro mi mejor amigo cuando viajo a New York y era extremadamente cómodo.

—Ya no me sorprende, Emily. No olvidemos cuando Aston. —Mi mejor amigo. —Te regalo un disfraz de pene para halloween. —Recordó haciendo una mueca extraña con la cara. No pude evitar reír al recordarlo, ¿Cómo olvidarme? Me trajo el disfraz y me dijo que era su miembro en tamaño real.

Matt salió de mi habitación segundos después y pude ir en paz al baño para poder hacer mis necesidades. Me quede mirándome en el espejo por unos segundos... Supongo que ya no voy a poder verme así tanto tiempo. Mañana empieza el programa de acomodamiento en el instituto Boomfield Hills.

Los estudiantes tienen que ir si o si una semana antes de que empiecen las clases para poder acomodarse en las habitaciones y esas cosas, a esa semana se la llama programa de acomodamiento.

Ashton, que logro entrar al instituto fácilmente, y yo saldremos esta misma noche para poder llegar mañana. De Francia, que es donde vivimos, a Londres hay unas 10 horas de distancia, va a ser un largo viaje.

Unos suaves golpes en la puerta del baño hizo que saliera de mis pensamientos, inmediatamente deje de observarme en el espejo y abrí la puerta, encontrándome con mi madre fuera.

—Te estamos esperando, Emily. —Me aviso, pude nota una mueca de tristeza en su rostro y sabia que no era precisamente porque me voy a 10 horas de distancia. Mi madre se empeño en mandarme al instituto Little Womans, que es solamente para mujeres. Pero jamás me gusto, es un establecimiento con pensamientos antiguos, educan a las mujeres de una forma machista, siempre para servirle a los hombres y ser una señorita. Eso no iba conmigo y sabia que el instituto Boomfield podía darme muchas más cosas.

—Entonces vamos, no hagamos esperar a todos. —Le regale una de mis mejores sonrisas, intentando parecer lo más confiada posible, aunque por dentro me estaba por hacer caca del miedo. Aun así, pase a su lado para ir hacia la sala, en donde estaba mi tía.

School Of Boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora