Angelique De Angelis siempre ha tenido una vida normal junto a su padre y su madrastra, conocía a Percy Jackson, su vecino, desde siempre y podía decir con seguridad que ambos padecían de lo mismo: TDAH y Dislexia.
Cuando descubre de su origen como...
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《chapter two•Feelings》
《capítulo dos•Sentimientos》
QUE LOS ADULTOS LLAMABAN ESCUELA y no solo se debía a la condición de Percy y Angelique, muchos adolescentes se quejaban de estar ahí, los pasillos eran aburridos, los salones eran aburridos... los profesores con su actitud cansada le causaban ese sentimiento a los alumnos. Pero no todo era malo, Angie veía el punto rosa al asunto el cual se debía a sus amigos pues no sabía como pero en cuanto los veía sonreía mostrando sus blancos dientes, y no solo eran ellos, a Angelique le gustaba pensar que el profesor Brühner era también como una especie de amigo.
Ese hombre era el profesor más amable que había conocido, sabía entenderla cuando su dislexia la volvía loca, cuando el THDA no la dejaba quedarse quieta y eso era bueno porque la hacía sentir más normal. El profesor Brühner siempre tenía un comentario inteligente que compartir y aunque la chica rubia no fuera la más brillante en cuanto exámenes (pues veía más interesante como combinar un par de zapatos con un vestido, era uno de sus talentos que desarrolló desde muy joven) en el fondo sentía que lo que el profesor decía tenía sentido.
Pero dejando de lado ese tema justo ahora ella y Grover vigilaban el cronómetro con el fin de reajustar la marca de Percy en el agua, el chico de ojos azules (al contrario de Angelique) pensaba que era fascinante estar debajo del agua, lo hacía sentir como en casa; algo que rara vez sentía en su pequeño departamento con la sanguijuela de Gabe.
Percy poco a poco nadó hasta la superficie inhalando aire que llegó hasta sus pulmones dejando así que pudiera respirar y mientras Percy nadaba hasta la orilla de la piscina Grover exclamaba feliz el nuevo récord de su mejor amigo.
—¡Y... está vivo! —exclamó Grover y Angelique aplaudió casi en silencio mientras un pequeño "sí" con emoción salía de su boca— ¡Percy Jackson es una bestia!
El chico de cabello marrón miró a su amiga y ver su sonrisa activó un sistema en su cuerpo que lo hizo sonreír y sentir una sensación agradable en su pecho.
