Tardes De Otoño

V

Después de esa interacción, que para Natalia fue muy intima, Alba hablaba con la chica todos los dias.

Se llamaban casi todas las noches y se quedaban hablando de las chorradas mas grandes hasta que las dos caían rendidas y se dormían sin querer. Esas conversaciones eran las mejores. Los hermanos de Natalia también hacían alguna aparición en alguna llamada y Alba estaba siempre encantada de oírles, para ella era como una forma de dejarla entrar poco a poco a su vida.

"Nat" Dijo Alba mirando al techo de su habitación

"Albi" Respondió Natalia, que estaba en su cama mirando por la ventana

"Mañana la Mari se va a hacer unas pruebas, te sentarás conmigo en la cafetería?" Preguntó Alba dulcemente

A Natalia le aterraba comer en la cafetería. Estaba todo el mundo y en un abrir y cerrar de ojos podías ser el centro de insultos y burlas.

"Claro" Dijo Natalia notando como se había empezando a marear

"Gracias! Eres la mejor, Lacunza" Dijo y eso calmó bastante la ansiedad de la pelinegra

"Eso ni lo dudes Reche" Respondió Natalia "Bueno... buenas noches Albi"

Alba sonrió y sintió las mariposas en su estómago "Buenas noches Nat, descansa" Se despidió cortando la llamada

Alba se quedó sonriendo al techo un buen rato, hundida en sus pensamientos.

"Vaya flechazo" Dijo Marina, quien estaba en su cama mientras leía su libro

Alba se giró para verla "Que dices idiota"

"La verdad"

"Tonterías, eso es lo que dices" Dijo Alba

Marina dejo su libro al lado para poder mirar bien a su hermana "Es que es tan bonita. Es que es tan tierna cuando se pone tímida. Me encanta como-"

"-Vale! Vale! Es que la admiro mucho" Dijo Alba tan roja como un tomate

"Eso y que se te cae la baba al escuchar su nombre" Chincho Marina y Alba le tiró un cojín

"Cállate ya!" Dijo Alba dándose la vuelta enfadada

***

Era normal que Natalia no hubiese pegado ojo por saber que iba a comer en la cafetería? No. Porque nadie tendría que tener tanto miedo de comer en una cafetería de la uni.

No sabía lo que iba a pasar, si se iban a reir de ella por ser bisexual, por sufrir ansiedad y ataques de panico, por no querer hablar en publico... la lista de posibilidades era infinita y Natalia sentía que iba a desmayarse en cualquier instante.

"Nati, vamos tranquila" Dijo Santi mientras se sentaba en el sofa a su lado

Natalia solo negó con la cabeza.

"Quieres que llame a la uni para decir que no vas?" Preguntó poniéndole la mano en la espalda

"No!" Dijo por fin "Lo voy conseguir, es solo... nada. Venga, dile a Riki que nos vamos en cinco minutos" Finalizó levantándose del sofa y yéndose a la cocina

"Cada dia me sorprendes mas" Suspiró Santi "Riki! Cinco minutos"

"Oido cocina!" Gritó el niño pequeño

Minutos después Santi vio como salían Natalia y Riki de la mano. No quería ponerse en lo peor pero no podía evitarlo. Su hermana era sensible, le abrumaban muchas cosas y eso era motivo de burla y un blanco fácil. También el simple hecho de ser bisexual ya tenía insultos asegurados.