Mi presión estaba al máximo, no podía caminar, mi madre estaba mal y para finalizar y adornar el helado de "Peores cosas que te pueden pasar en una mañana", unos extraños que parecían haber salido de la masacre de Texas, fueron a aparcar frente nuestra casa con una camioneta oxidada y andá a saber si no acabaron de atropellar a alguien con ella, ya te darás cuenta que mi primera impresión de ellos fue pésima, pero resultó que esos granjeros eran mas buenos que el perro Lassie.
Entraron a la casa, usando la fuerza, claramente. Uno se destacó más que el resto, no se si era porque entró con un rifle a la casa (como si hubiera algo de que defenderse) o porque era un ropero humano, alto, robusto y macizo. Ahí es cuando me asuste mas, en parte estaba aliviada de que este susto me lo dio un ser humano, no una fuerza sobrenatural o un muñeco. Por cierto, lo que me asustaba no era el porqué del arma, era que tenía un arma y yo no sabía que corno iba a hacer con ella.
-¡¿Dónde esta la bruja?!- gritó el hombre con una voz llena de carácter.
-¿Una bruja?- le respondí estando abrazada a mi hermano y con lagrimas en los ojos debido al dolor y el miedo que sentía.
Detrás del hombre salió una mujer delgada y de unos cincuenta años que lo detuvo, no iba a hacernos nada pero había que tranquilizar a ese tipo, lo curioso era que esta mujer, parecía ser la esposa o novia de ese hombre.
Mi hermano, ni corto ni perezoso no dudó en confiar en ella, puesto la casa estaba muy alejada de cualquier pueblo.
Mi madre fue llevada al hospital en esa vieja camioneta, mientras que esa mujer y su "marido" se quedaron con nosotros.
-Mi nombre es Sandra, lamentamos la brusca intervención- dijo ella acercándose tratando de aparentar amigable con mi hermano y conmigo.
Al fin al cabo, esa mujer lo explicó todo.
-Se que estas asustada, pero tenemos que decirte esto...- dijo mientras ayudándome para ir al cuarto y acostarme en la cama, debía saber que pasaba con mi pierna después de todo.
Decapitado seguía ahí, solo que no tardé en darme cuenta que en sus piernas, justamente faltaban dos clavos de los siete que había puesto. La mujer cuando comenzó a cortar mis pantalones con una tijera para poder ver la herida, vio que de donde salia la sangre había dos objetos oscuros clavados en mis rodillas, la mujer impresionada de este hecho, puso una cara de preocupación al ver tal crudo suceso, volteó a ver a Decapitado como si lo conociera.
Lo que estaba en mi pierna, eran los clavos oxidados que Decapitado tenia en las suyas. La mujer volteo a verme, me debía una explicación después de todo.
-Veras, están en peligro, esta casa fue de una mujer que hacia ritos satánicos y sus víctimas eran gente a la que le mentía diciendo que era un familiar suyo, normalmente usa niños o adolescentes como ofrendas, esta casa era el escenario de sus rituales-
Eso explicaba todo, el sótano, la presión y esa "tía" que ni mi madre estaba enterada. Todo se aclaró pero llegó el tipo ese, el musculoso y con varios bidones de queroseno comenzó a volcar dicho liquido en el suelo del establecimiento, llego a la puerta de sótano y dejo caer un bidón por las escaleras. No pregunté, era obvio que esa casa iba a arder y mucho menos me opuse. Ya afuera nos acercamos a la camioneta y nos sentamos en su parte trasera mientras el hombre encendió la casa dando un disparo del rifle a un galón de queroseno. Yo me quedé sentada viendo como la casa comenzaba quemarse por dentro, no podía caminar por las heridas de mis piernas, pero fue gratificante ver en primera fila como esa pesadilla había terminado, sentí un cosquilleo en un momento, era como si Decapitado estuviera consiente de que su historia había llegado a su fin, la mejor parte de la escena, fue cuando vi como el sótano explotó en fuego luego de unos minutos.
Había terminado al fin, fueron los tres días mas terroríficos de mi vida, sonreí con cierta burla hacia donde estaba mi cuarto, ese muñeco ya debe ser cenizas, me sentí victoriosa de cierta forma, sabía que no era la primera en sufrirlo, pero si fui la última.
No volví a saber de otro hecho con respecto a esa casa o Decapitado, parece haber terminado ahí, tampoco encontré información de la dueña de ese establecimiento infernal, pero desde el interior de mi corazón y mi más sincero deseo, espero que haya terminado o termine igual que su mugroso y deprabado juguete, ardiendo hasta no ser mas que unas insignificantes cenizas.
ESTÁS LEYENDO
Decapitado
HorrorNo todas las vacaciones son como uno la espera, lo extraño y aterrador puede estar en cualquier parte, más cuando uno menos se lo espera.