Maru y El Señor Mago

CAP 2: COMPAÑÍA

A los pocos minutos llegaron a lo que parecía ser una pequeña choza en una colina, el hombre la bajo con cuidado y entraron, Maru se sentó en el pequeño juego de mesas de madera que tenia el anciano, mientras este traía una caja con lo que parecían ser frascos con colores bastante vivos, prendió la chimenea de la pequeña casa y empezó a limpiar sus heridas con sus grandes manos, las que se podría decir que eran mas grandes que la pequeña carita de Maru, terminando de limpiarlas, cubrió estas con pequeños pañuelos blancos, mientras Maru observaba como este la atendía con mucho cuidado de no lastimarla.

.- bien termine, ahora largo!.- apuntando hacia la puerta con su dedo, mirando a la pequeña

.-QUE!? P-Pero aun estoy perdida no se como llegar a mi aldea! .- asustada y alterada bombardeaba de palabras al anciano que la quería fuera de su casa 

.- Eso a mi no me incumbe te dije que te curaría y te cure ahora vete!.- irritado toma a Maru de la cintura con ambas manos como si un de un tarro con algo asqueroso se tratase, echándola por la fuerza fuera de su casa ya abajo, y con la puerta de la casa cerrada en su cara, Maru se pone a golpear con ambas manos la puerta del anciano Klein, pidiendo que la llevara de vuelta a su pueblo.

.-Por favor! .- gritaba golpeando con la mayor fuerza que le podía dar la pequeña niña hasta que la puerta se abrió .- tu pueblo se encuentra bajando la colina en diez minutos llegaras no te puedes perder solo sigue todo el camino recto y ten cuidado esta algo empinado, AHORA LARGO! .- dejándola sin palabras por azotar nuevamente la puerta en su cara, Maru sigue las indicaciones de Klein, hasta dar con su pueblo.

Llegando al pueblo ya en la puesta de sol Maru pudo llegar a su hogar por segunda vez en el día, todo el día hasta llegar a la cama  la joven de ojos azulados se quedaba pensando en por que aquel anciano se quedaba tan lejos si había un pueblo tan cercas para vivir, lo sabia no era el mejor de todos pero había gente con quien convivir, y así no sentirse solo, pero y si estaba esperando que alguien lo recibiese si solo le dan una cordial bienvenida en el pueblo, el vendría para quedarse? el podría vivir feliz y contento junto con ella y su gente, esa noche con luna llena que pegaba en la venta de Maru pensó todo eso, después de todo solo era una niña que pensaba cosas buenas de las personas y como ayudarlas a mejorar, así que esa misma noche decidió ir a visitarlo y darle algo por ayudarla, estuvo con los mismo pensamientos toda la noche que apenas pego el ojo, y cuando vio que esta por salir el sol fue la primera en el pueblo en saltar de la cama, se cambio su ropa de pijama y se puso uno de sus vestidos, dejo su cabello con rizos suelos y tomo una canastilla de entre sus cosas, tomo algunas frutillas y dos barras de pan para el viejo Klein, y se embarco en la aventura de ir a darle las gracias a su salvador del día anterior.

Llegando a la choza del viejo gentilmente toco la puerta delicadamente, pero para su sorpresa no se escuchaba sonido de que alguien llegase a revivirla, pensó que tal vez había salido como el día anterior, ya que el paresia ir a algún lado el día de ayer, así que sin molestarse como asiento aun lado de la casilla en el verde pasto que brillaba con vivos colores como el de un cuento de hadas, dejando su canasta a su lado y jugando con el roció de la mañana en las pequeñas hojas verdes del pasto se decidió a esperar a el señor Klein. pero como Maru era una niña bastante inquieta se levanto a un par de minutos se puso a brincar y a jugar con las mariposas que se posaban en las flores plantadas por el mismo propietario, sin acercarse mucho a ellas para no aplastar y maltratar alguna mantenía su distancia de estas.

Hasta que por fin llego el mismo propietario de la choza y las hermosas flores con la misma vestimenta que el día anterior, se le podían ver que llevaba las mismas botas llenas de barro y la capa oscura que cubría todo su cuerpo, pero en este caso llevaba un gran cajón de madera con lo que parecía llevar alimento para el y por encima se asomaban unas manzanas super rojizas que al simple vistazo brillaban de dulzor; el anciano noto a Maru al instante y se acerco furioso dejando el cajón de lado.

.-Que haces aquí niña!?.- preguntaba como si le hubiera dicho que estaba prohibido acercarse a el como si de un repelente se tratase .- solo vine a traerte algunas bayas y hogazas de pan para agradecerte ayudarme el día de ayer!.- decía la de rizos con alegría a pesar de que le a gritado el anciano con una mirada de terror.-por que? yo no necesito eso, vete y lleva eso contigo! y no vuelvas nunca!.- decía molesto tomando su cajón de comida y azotando la puerta como en el día anterior.- hey! pero te traje comida! y también venia a decirte que por que no vienes a mi pueblo a vivir debe ser muy solitario vivir aquí, también muy duro hacer el aseo, ya estas muy viejo!.- sin respuesta alguna de que el anciano fuera a abrirle la gran puerta gruesa de madera la niña se quedo pensando unos segundos.

.-Esta bien! ya entendí!, volveré mañana para verlo y también le ayudare con la limpieza!, le dejare la canasta con las cosas que le traje en la puerta! nos vemos mañana .- decía Maru gritando a la casa que no emitía ruido alguno, diciendo esto dejo la canastilla a un lado de la puerta poniéndola con cuidado de que no se estropeara y al final de esta acción se marcho alegremente.

PALABRAS: 1100

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Bueno por ahora no hay nada que reporta es el segundo día de este pequeño cuento, solo sigo diciendo que espero que lo apoyen, y si es así seguiré esta historia y otras mas por el momento seguiré con el próximo capitulo de .-COMO ACABO ASÍ.- para no dar el favoritismo solo a este y pues nada muchas gracias por leer

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pd. la imagen no es mía, solo pensé que se parecía mas a la niña de esta historia (artista eleyon)