Un nuevo hogar.

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El chico era muy lindo. Ojos azules, cabello negro y un cuerpo atlético. Camine hacia él. No caigas, solo camina, no caigas. Afortunadamente llegue a salvo.

-Josh.- dijo dándome la mano, sonriendome.

-Elena- le respondí.

-Así que tú eres la chica que vivirá con los Harries- Harries, al menos ahora se cómo se llaman -no pensé que serias tan linda. Vamos, se nos hace tarde.- Creo que podria morir.

-¿Trabajas de esto?- le pregunte mientras caminábamos hacia el estacionamiento

-No, en realidad estoy suplantando a mi padre hoy. Me dijeron que estabas aquí por un intercambio al Harrodian School.

-Sí, mi madre me ingreso en el programa.- Y casualmente olvido mencionarlo.

-Oh, es una escuela muy buena, aunque un poco exigente

-¿Fuiste allí?

-Voy.

-¿cuántos años tienes?

-18- Parecía mayor

Ya habíamos llegado al auto cuando mi celular comenzó a sonar. Josh me abrió la puerta e indico que me sentara.

-Gracias- le dije antes de atender.

El trayecto a mi nuevo hogar fue agradable, luego de hablar con mi madre converse con Josh sobre la escuela a la que iria, de mi familia, de la suya y de pequeñeces. Luego de media hora de viaje, llegamos a la casa en la que viviría por el resto del año. Era grande y parecía lujosa como todas las casas de la zona. En el auto Josh me conto que aquí vivían un matrimonio con sus 3 hijos, una chica y dos chicos.

Baje del auto con mis maletas y camine hacia la puerta. Unos segundos después de tocar el timbre una mujer rubia abrió la puerta con una gran sonrisa.

-Hola, soy Rebecca tu eres Elena ¿verdad?- preguntó.

-Si- le respondí ante lo cual sonrió.

-Encantada de conocerte, por favor pasa- dijo invitándome a entrar a la casa.

Entre a un recibidor que se conectaba con el living, a la derecha había una escalera que llevaba a un pasillo. La casa era blanca, paredes blancas, sillones blancos, mesas blancas, con algunos adornos en colores brillantes. Rebecca me dijo que me ayudaría a subir mis maletas, caminamos por el pasillo que tenía 6 puertas y entramos en la última habitación en el pasillo, que ahora sería mía.

-Esta es tu habitación –Me dijo mientras abría la puerta.-Disculpa que no esté mi familia para recibirte, es una semana intensa y casi no estamos en casa, Emmy ,mi hija, está en un campamento, mi marido está ocupado trabajando, yo también y los chicos están trabajando en un proyecto.

-No hay porque disculparse.- le dije.

La habitación era espaciosa y blanca con una cama, un escritorio, una estantería, una gran ventana que daba al jardín y dos pequeños sillones blancos. Deje mis cosas y Rebecca se fue ya que tenía que terminar de trabajar.

Apenas pude encontrar mi laptop llame a mi amiga Candice, la cual no tardo más de 10 segundos en contestar. Era mi amiga desde que teniamos 5, cada dia se parecia mas a una modelo de Victoria Secret y no lo digo solo porque es mi amiga. Su cabello rubio ondulado, ojos azules una sonrisa muy linda y además de eso es la persona más simpática y graciosa.

-¡Hey! Ya llegaste- dijo alegremente.- Cuéntame todo.

-No hay mucho que contar, llegue hace 5 minutos, mi vuelo fue largo y aburrido, el chico que me trajo era hermoso,- comente mientras Candice hacia un gesto de emoción.-llegue a la casa en la que todo es blanco, solo estaba Rebecca, entre en mi habitación y te llame.

-¿Cómo era?-Sus ojos brillaban con curiosidad.

-¿La casa?

-¡No! El chico.- me respondió exasperada.

-Se llama Josh, tiene 18, ojos azules, pelo negro, un cuerpazo, y acento inglés.- le dije con un tono alegre.

-¡Que emoción, creo que me voy a desmayar! Espero que al menos me consigas un chico a mí también.

Hablamos por una hora, hasta que se hicieron las 9 y Rebecca me llamo a comer. Cerré mi laptop y baje escuchando el ruido de voces y risas.

Claro que no esperaba lo que vi cuando llegue a la cocina. Cuando me dijeron que tenían 2 gemelos me había imaginado a niños de 9 o 10 años, pero eran dos chicos que lucían de 20 años. Y eran literalmente las personas más lindas que había visto en mi vida, más lindos que Candice, más lindos que Josh y que cualquier celebridad. Tenían el cabello castaño claro, ojos verdes, una nariz perfecta, una cara perfecta.

Uno de ellos se acercó hacia mi sonriente.

-Hola! Soy Jack, mi madre me conto que vivirás con nosotros.-dijo. Diablos, si tan solo recordara como hablar. 

¿Quien es Jack Harries?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora