Viaje.

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[ P a r í s ]

Por fin había llegado el día que David tanto esperaba. Por fin volvería a su amada Brasil, y vería a sus padres y amigos. Él no estaba huyendo de sus problemas con Sara ni de todo lo que le recordaba su lesión, simplemente necesitaba tiempo y espacio para meditar todo lo que estaba pasando. Quería estar en casa de sus padres comiendo "brigadeiro" o "bolinhos", quería ver a su hermana Isabelle y a su sobrinito, y quería reunirse con sus amigos de toda la vida.

Mientras esperaba en el aeropuerto a que lo llamaran por los altavoces para que pasara a inmigración, se puso a jugar Candy Crush. No era tan sangriento ni lleno de adrenalina como los juegos que el acostumbraba a jugar, pero si de algo estaba seguro, es que mataría el tiempo con eso. Se estaba llenando de impaciencia, pero unos minutos después, por los altavoces llamaron a los que irían en el vuelo de él. Luego de hacer todos los trámites, pasar los controles y esperar casi 2 horas en una sala de espera, David por fin pudo subirse en el avión. Por fin aparecía en la cara de David una sonrisa, sabía que faltaban solo horas para llegar a su casa, para abrazar a su mamá, ya que aunque tuviera 28 años seguía siendo el consentido de su mamá. 9 horas hasta Bogotá y después 5 horas hasta Sao Paulo.

[ B o g o t á ]

-Mamá empacaste los pasaportes?

-Si Gabi.

-Y los seguros?

-También, cálmate Gabriela todo esta listo, nada va a salir mal.

-Igual que con el check-in? Todavía no puedo creer que me toque viajar 7 filas más adelante por culpa de Andrés.

-Hija tranquila todo va a salir bien, de todas maneras puedes intentar hacer amigos no crees?

-¿Cuál es tu afán de que haga amigos? Con los que tengo estoy bien, además no habrá necesidad, llevo mi libro, mis audífonos y mi celular.

-Gabi, ¿ quién  es ese mechudo de tu fondo de pantalla?

-Mamaaaaaaaaá no le digas así, él es el dios griego David Luiz.

-¿David? ese nombre no suena muy griego que digamos, y Dios solo hay uno no seas irrespetuosa Gabriela María Hernandez.

-Deja de decirme "María", es fastidioso.

-Bueno, igual no me gusta ese mechudo de fondo de pantalla, pon mejor una foto de todos

-Si claro mamá como no, ve y espera sentada.

-Deja la grosería y llama a tu papá y a tu hermano que nos vamos.

-Ah está bien.

Gabi y su familia salieron de su casa y 25 minutos después se encontraban en el aeropuerto. Después de registrar las maletas y de hacer todos los tramites, fueron a comer donas, ya que era como una especie de tradición comer donas cuando iban a viajar. Les esperaban 5 horas de vuelo hasta Sao Paulo y después otras 8 horas hasta Buenos Aires, por lo que decidieron relajarse en la sala de espera. Gabi estaba leyendo un libro que había visto en un supermercado llamado "La lección de August". Estaba tan sumida en el libro que se sentó en una silla de la sala sin percatarse a quien tenía al lado. El individuo que estaba a su lado empezó a ponerse bastante nervioso, nadie entendía por qué, pero Gabi ni cuenta se dio; lo único que logro sacarla de su libro, fue su madre diciéndole que ya era hora de subir al avión. 

[ David PDV ]

"Bueno estoy en Bogotá, fue un viaje largo, pero ya solo faltan 5 horas para estar en Sao Paulo. Simplemente me sentare y pasare totalmente desapercibido.... No puede ser, una mujer viene hacia acá, por favor que no se siente al lado mío, que no se siente al lado.. Carajo! se sentó al lado mío, bueno ahora tengo que parecer calmado, si se da cuenta que estoy nervioso sospechara y se dará cuenta quien soy. Es muy bonita, y al parecer no se ha dado cuenta de que estoy aquí, está leyendo, pero qué? Ahora quiero que deje de ignorarme, quiero hablar con ella.. Y ahí viene otra mujer, pero va a hablar con ella y claro le habla en español y yo no entiendo nada, y se está levantando y se fue, perfecto ahora si definitivamente no voy a poder hablarle."

Mi amor, minha vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora