Mi amor, minha vida.

El más dulce de los besos.

David quiso darle tiempo a Gabi para que reflexionara sobre su decisión. Después de unos días, decidió buscarla. Era una extraña sensación la que invadía su cuerpo, una que lo llenaba de intriga y de expectativa ante la reacción de ella. Mientras llegaba a la casa de Thiago, pensaba una y otra vez sobre lo que le iba a decir y cómo lo iba a decir. Era preciso decir que nunca se había sentido tan nervioso.

Al llegar, vio a Gabi subiendo sus maletas al carro de Thiago. Su corazón empezó a latir a mil por hora. Salió de su carro tan rapido como pudo y fue hacia donde estaba su amor y su amigo. En el rostro de Thiago apareció una pequeña sonrisa y en el de Gabi una expresión de asombro. David con dificultad logró romper el silencio.

-Gabi.. No fui más idiota porque no se puede pero.. quiero cambiar.. Por ti y por nosotros.

-David...

-Por favor, piénsalo.

-Ya lo pensé.

-Y? Qué dices mi cielo?

Gabi se estiró hasta quedar sobre las puntas de sus pies y le dio un suave beso en los labios. Al pasar los segundos, el beso se volvía más intenso. Cuando por fin se separaron, David tenia la sonrisa mas grande y tierna que habia tenido en su vida. Gabi se volvio a acercar a David pero en vez de robarle un beso, le susurró en el oido: "Lograste enamorarme en cuestión de nada, nunca había sentido nada así por nadie. No te alcanzas a imaginar lo agradecida que estoy contigo y con la vida por dejarme vivir este amor. Te amo y creo que ese sentimiento no se disipara con nada, pero primero me amo a mi misma. Te amo muchísimo... pero no puedo seguir así,  necesito tiempo para mis cosas, seguir con mi carrera y quizás encontrar a alguien que me valore todos los días de su vida. No es mi intención hacerte daño, espero que tengas eso claro, pero aunque te ame, simplemente ya no puedo estar más contigo. El amor ya no es suficiente para mantener esta relación". Dicho esto, Gabi se separó de David con una sonrisa pequeña y lágrimas escurriendo por sus mejillas.

David comprendió que tenía que dejarla ir. Era consciente de que el dolor de no tenerla a su lado sería terrible, pero no peor que aquel que le causaba cada vez que se convertía en un imbécil. Se hizo a un lado y ella se subió al carro de Thiago. Esa fue la última imagen que David tuvo de Gabriela. No la siguió a el aeropuerto ni hizo un escándalo para que desistiera de su decisión, simplemente la respetó y dejo que ella fuera hacia donde debía y merecía estar.