Prologo

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— Elizabeth puedo explicarlo — me miro directo a los ojos y pude ver el dolor y la desesperación reflejada en sus ojos
— No Eemian no quiero escucharte, no quiero mas mentiras —entonces el dio un paso atrás y miro al suelo.
No podía creer que nos encontrábamos en aquella situación todo había sido lindo y no negaré que difícil también.
— se que no quieres escucharme — pronunció —pero siempre he tenido la intención de decírtelo, se que ahora es raro que sepas de esta forma la realidad — se detuvo pensando las siguientes palabras que saldrían de su boca, y revolvió su cabello de esa forma que demostraba que estaba irritado y cansado — yo no quería hacerte daño, nunca fue mi intención.
— entonces cual era tu intención respecto a esto Eemian..?!!—le grite dando un paso hacia el enfrentándolo.
— protegerte desde que me di cuenta que te amo  — esa palabra se oía difícil de creer justo ahora que la escuchaba salir de sus labios.

— lo siento pero no te puedo creer debo irme — le solté empezando a caminar.
Sentí su mano tomarme por el brazo haciéndome girar para mirarlo, solo podía ver la duda en sus ojos podía ver la súplica de que no me alejara más, se que en ese momento no le estaba demostrando mis sentimientos estaba evitando llorar.
— no te vayas, no te alejes por favor Elizabeth— dijo casi en un susurro. lo mire, mire sus ojos que ahora me intimidaban más, le tenía ¿miedo, Le tenía miedo al chico que amo?—dime, dime lo que piensas — soltó.
Estaba ahí mirándolo y el apretándome con fuerza, tratando de aferrarse a mi pero yo, yo ya no quería estar cerca de él.
— terminamos —le grite entonces y pude ver sus ojos azules oscurecerse un par de tonos.

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Antes de hacerme dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora