3.Elizabeth

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   Pero !que pedazo de tonto!
Mientras caminaba lejos de el pisando fuerte aquel piso de madera, no podía quitarme de la cabeza su forma tan fea de ser conmigo, cree que lo voy a perdonar así de fácil.? Pues no y realmente espero no volver a verlo jamás en mi vida, no se como puedo creer que es tremendamente guapo si a 10km se nota que es un idiota y se cree la gran cosa.
— Eli ahí estas, y tu amigo dónde está? — me dice mi amiga Jess acercándose a mi.
-no es mi amigo Jess, no lo conozco creo que esta loco - le cuento restándole importancia - primero me miro feo y después me dice que mis ojos son ! bonitos!.
— jajaja si debe estar borracho ya — ambas nos reímos y empezamos a caminar a donde estaba Romina.

Fuimos directo al jardín trasero junto con romina, ella nos invito a jugar ping pong, durante el juego a mi me toco hacer pareja con romina y un chico llamado Ronald, tenia unos ojos cafés demasiado grandes y el pelo castaño alborotado y no dejaba de sonreírme.. fue muy incomodo para mi ya que no era nada buena a la hora del coqueteo.

—hola hermosa!, eres buena jugando?— me pregunto el mirándome, yo sopese por un momento si debía responderle amable o decirle que no me gusta que me digan hermosa, me decidí por la primera.

— hola, soy buena en la mayoría de los deportes y los juegos de mesa o que conlleven algo de destreza— sonreí orgullosa de presumir mis habilidades, a lo que el me guiño un ojo y sonrió.
— increíble, me gustan las chicas guapas y que además son hábiles— no pude evitar sonrojarme ante su comentario el era guapo y que me mirara de esa forma como lo estaba haciendo me hacia sentir bien—me llamo Ronald — y entonces lanzo la primer pelota al lado contario.
-- yo soy Elizabeth — le digo y entonces Romina golpea la pelota-- en que carrera estás? — le pregunto.
— informática — me suelta el diciendo que es mi turno y sin voltear a ver solo con el rabillo del ojos muevo la mano y devuelvo la pelota al otro lado.
— impresionado!!— le digo emocionada cuando doy el punto y sus ojos se abren como dos grandes semáforos, chocamos las manos entre los tres.
—!!!está es mi nueva mejor amiga Elizabeth.!!!— chilla Romina mientras brinca y vemos como el equipo contrario bebe sus shots.

A la mañana siguiente, desperté con un humor de perros, apenas había podido dormir y tenía que ir a clase de deporte en la universidad por una estúpida idea de la escuela de hacer que los alumnos sean más saludables y practiquen deporte debes en cuando.
Al llegar a la escuela me encontré con varios compañeros de clases y quien lo diría ahí estaba Eemian, pero por supuesto! Es jugador de americano y no podía faltar aquí, pero sin pensar más tarde caí en cuenta de que los chicos de americano que se encontraban aquí serían los instructores y nos dividirían en grupos para que cada uno tuviese una cantidad de personas para poner las actividades y poder observar nuestra resistencia física. Eemian se acercó a mi y me sonrió, cielos su cabello estaba simplemente acostado hacia atrás descuidado aún se notaba que estaba húmedo, la barba incipiente de unos dos días ya podía notarse, sus ojos se veían aún más azules con el reflejo del sol, a sus brazos y su cuerpo bien trabajado sele ceñía una playera deportiva manga larga negra, era alto como un metro 90.
— hola Elizabeth — me saludo sonriendo aún.—cómo estás hoy.?—dijo mientras empezaba a mover los brazos hacia los lados.
-- Hola Eemian, estoy perfectamente—le respondí con tranquilidad mientras lo observaba.
—que bueno por que empezaremos con una rutina de calentamiento — soltó, pero esta vez no solo dirigiéndose a mi si no que también a todos los ahí presentes.
Empezó a darnos órdenes de cómo debíamos estirar, la verdad es que para mi no fue tan difícil ya que yo practicaba deporte desde muy pequeña, aunque ya tenía como 3 meses sin hacer ningún tipo de actividad física, Eemian se veía tan relajado y tranquilo haciendo movimientos frente a todos, hasta que llegó el momento en que nos mandó a dar dos vueltas por el campo de fútbol.
—vamos corran todos, nadie se quede atrás.!! —gritó, al tiempo que soplaba un silbato cosa que me sacó de unos pensamientos que no era ni consciente.
Termine las dos vueltas y el se acercó a mi, venia girando el silbato, estaba imaginando que diría algo de que soy lenta o algo así pero no fue así.
— haces deporte?— me pregunto expectante .
— si hago demasiado deporte — le dije mientras tomaba un poco de agua, el miro el silbato estaba pensando?.

-si se nota, has dado esas dos vueltas con estilo- me dijo riéndose y no ahí no terminaba - y sobretodo muy rápido,- claro se estaba burlando.
Sabia que este tipo Eemian no podía estar sin soltar algún insulto o burla, es que acaso lo disfruta?
— tengo 3 meses sin hacer deporte, pero agarrare condición de nuevo — le dije mirándolo seria, ni siquiera se por que me vi obligada a dar una explicación.
El ya no me dijo nada más, continuo con el castigo, nos puso hacer 100 sentadillas, saltamos vallas y infinidad de cosas que no quiero ni recordar, de repente todo paso tan rápido yo me encontraba tirada en el suelo, me estaba moviendo de una forma anti natural para mi gusto, no podía respirar no podía controlarme, estaba deseando que mi mamá aparezca en ese instante, tenía tanto tiempo que no tenía un ataque asmático desde que tenía 7 años. escuche mi nombre tantas veces aquel día que creí que estaba loca y soñando.

Cuando desperté estaba en una camilla de hospital, me dolía la espalda y observé mi codo raspado, que me había pasado?... Espera estoy en un hospital.? No, no, no odio los hospitales me traen malos recuerdos, empecé a mirar a todos lados hasta que decidí que me levantaría eh iría de ahí sin más, en mi casa tengo mis inhaladores y estaré mejor ahí, se que tengo asma y estoy bien no es grave.
Justo cuando me levantaba entro Eemian, me miro y me sonrió, detrás de él venían Jess y Romina, las cuales me miraban preocupadas.

-Elizabeth, nos espantaste muy feo, no me habías dicho que has vuelvo a tener los ataques de asma.!!- me dijo exaltada, se que tenía miedo y estaba preocupada.
-tranquila Jess, es la primera vez en tantos años que me sucede, y debió suceder porque llevo tres Meses sin hacer deporte y hoy volví a hacer sin prepararme adecuadamente. — le dije A mi amiga tratando de calmarla— estoy bien.
-- de acuerdo pero ya avise a tus papás y ambos vienen en camino, el doctor no dijo que no puedes irte aún.— me informó Jess acercándose para tomar mi mano y acariciar la.
—entendido y gracias A los tres por estar aquí — dije mirando a los tres que estaban ahí en la habitación Jess y Romina me sonrieron y dijeron de nada, Eemian el estaba pegado a la pared y solo me miraba.
5 minutos después de estar ahí hablando de cosas sin sentido y viendo cómo Eemian solo estaba en su celular, mis amigas dijeron que irían por algo de tomar, Eemian dijo que no quería nada y que el se quedaría a cuidarme.

— no tienes porque cuidarme — bramé cuando mis amigas salieron por la puerta en dirección a la cafetería.
— se que no tengo porque cuidarte asmi -- dijo mientras se acercaba más a mi.
Ma ha dicho asmi.??!
—pero creo que mi pasatiempo favorito ahora es molestarte, dejar que me mires como boba y cuidarte — dijo examinando mi rostro y estoy segura que vio mi molestia y mis ganas de agarrar y ahorcarlo — mi parte favorita de todo esto es cargarte entre mis brazos y traerte al hospital.

Que esta diciendo, no entiendo como consigue sacarme de quicio con unas simples palabras.
— no soy asmi, y no necesito ser tu pasatiempo favorito — le dije tratando de mantenerme calmada y no exaltarme — y gracias por traerme al hospital, pero estoy segura que cualquiera pudo haberlo hecho igual. — le dije, vi como se acercaba más a mi y agarro mi mano y empezaba a acariciar la con su pulgar.
— nadie te hubiera cuidado como yo durante el trayecto — soltó el con sus ojos clavados en los míos, que estaba haciendo este chico que intentaba. — ademas para mi no supuso ningún tipo de problema Elizabeth.

Me soltó y se alejó de nuevo. Que había sido eso?... por que me encontraba tan confundida en este momento sentí caliente en mi pecho, como si quiera a ese chico y deseara darle las gracias por toda mi vida.




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Antes de hacerme dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora