«· Más Que Amigos ·» || Lee Felix🐱

01. Felix Año Nuevo

Felix.

   Una vez logré formar aquel nudo decente en mi corbata, dejé caer mis manos a mi alrededor.

   Di una última mirada al espejo, dándome a mí mismo la confianza y valor que tanto necesitaba.

   Justo en el momento en el tomé la pequeña caja en forma de corazón, la voz de la persona causante de mis altos niveles de nervios y ansiedad, se escuchó lejana y con tono de reproche:

   —¡Felix, apresúrate, queda media hora para que termine el año y aún no llegamos!

   Guardé el presente en el interior del saco, donde había una variedad de bolsillos que, estoy seguro, serán útiles más tarde.

  Respondí con un "ya voy" que seguramente escuchó muy bien.

   Lo más rápido que pude llegué a donde estaba ella. Miraba su muñeca sin ninguna pizca de paciencia. Me miró y...

   Cielos. Estaba que hasta los ángeles la envidiarían.

   —Santos waffles. —Fue lo único que salió en forma de susurro de sus encantadores labios.

   La palabra "hermosa" se quedaba corta junto a ella, sin embargo, le hice saber que así se veía.

   Su rostro era como un lienzo en blanco y pinceladas con colores rojizos se fueron dibujando en sus mejillas. No me molestaría mirarla por mucho tiempo más, pero hay siete chicos que esperan por nosotros.

   Con cuidado de no empujarla demás, posé mi mano en su espalda guiándola a donde estaba la limusina. Allí mismo nos esperaba un alegre señor Kim, quien nos dejaría en la casa de los chicos y se iría a recibir el año nuevo con su familia.

   El camino fue realmente corto a mi parecer. Al llegar nos recibió Chan, que por supuesto no dejó pasar el regaño por la tardanza mientras nos adentrábamos a su bien iluminado hogar.

   Cada vez me convencía más de que vivir aquí no estaría mal.

   Todos se encontraban en la terraza. Lo primero que escuchamos fue el "orrrrganic" de Changbin. Ni Soo, ni yo evitamos reír, llamando así la atención de los presentes. Los chicos se quejaron por nuestra demora, aún así celebraron que logramos llegar con al menos con un poco de tiempo.

   Jisung le indicó a Soo donde podía dejar su abrigo. Cuando ella se despojó de la acogedora tela, dejó ver aquel vestido que sin lugar a dudas le lucía demasiado bien. Las miradas de asombro no hicieron falta, por mi parte, solo podía mirar con mala cara a los demás.

   "Wow".

   "Estás preciosa".

   "Nunca te había visto en vestido".

   "El apodo Bonita te queda corto".

   "Ya cállense".

   Los chicos soltaron esos y más comentarios al aire... El último me salió involuntariamente.

   Cuando escuché el grito de Jeongin anunciando que solo quedaban cinco minutos —tratando de no perder ni una pizca de valor—, me dirigí hacia la única chica del lugar.

   —Soo, ¿podrías venir conmigo? —interrumpió la conversación de los chicos con la pelinegro Felix.