Una Adolescente Problemática.

Me levanté a eso de las 6.00 am, cogí mi ropa y mis gafas - ya que sino no podía ver nada- y bajé a desayunar.

Otra vez había soñado con el mismo sueño de hacía casi un mes, ¿o tal vez era una pesadilla?, no estoy seguro. Puede ser que hubiera estado imaginandome escenas con las cosas que me gustarian que pasaran y los temores que seguían con ellas...

Pero esa chica, ¿que tendrá?, no le veo sentido alguno, siempre con el mismo carácter, la misma cara de estreñida, la misma marca de tabaco, la misma moto aparcada en la misma pared del instituto, el mismo misterio de no saber qué es lo que piensa, por qué hace lo que hace y vive como vive, la misma y a la vez diferente chica que me hace perder la cabeza.

Por una vez en mi vida me gustaria que, - ese sueño, pesadilla, o lo que sea que me rondaba por la cabeza esas noches- fuera realidad, así podría saber como es de verdad ella, porque aun que la conozco poco sé que ella no es así, y esto me lleva a preguntarme, ¿me creo más listo que los demás?, no, ¿me siento bien conmigo mismo?, a veces, ¿me gusta Amber?... Sí.

Desde este día, nació un nuevo Jay.

Me levanté a eso de las... ¿7.30 am?, ¿7.50 am?, no lo sé, ni me importaba. Cogí mi maquillaje y me fuí al baño.

Siempre tenía un sueño rarísimo. Esta clase de ''sueño'' era como una película que quería rebovinar una y otra vez y otra vez y otra vez y otra vez, hasta que me cansara de verla. Era un círculo vicioso que se me hacía diferente cada vez que lo veía o tenía en mente.

Puede que sea mi imaginación, o un deseo fugaz o, por último, tengo la corazonada de que una parte de mi misma quería vivir esta historia en su realidad, quería sentirla, abrazarla y nunca soltarla. ¿Estoy equivocada?, no lo se, creo que nunca debí tomar esta decisión, pero desde que me decidí ser así, soy la persona que siempre quise ser, bueno, con sus defectos y virtudes, pero soy feliz en mi realidad imaginaria.

Por una vez en mi vida, me siento bien conmigo misma y me siento indestructible, imparable, fuerte y por una vez en mi vida, iba a ser yo la que me lanzara, la que dijera lo que sentía... Me gustaba Jay y tenía que decírselo, estaba decidida y me sentía cambiada.

Desde este día, nació una nueva Amber.