uzumaki naruto el heredero de la luna

cap 2

Capitulo 2

Sarutobi miraba desde el suelo la imponente silueta con alas que tenia al pequeño entre sus brazos, kyubi sólo miraba a arashi con una sonrisa que aunque por fuera demostraba que no se había inmutado por la repentina aparición de este fantasma, o al menos eso creían los aldeanos, por dentro el zorro se encontraba inquieto, con miedo y frustración a la vez. Sabía que el padre de su carcelero sólo podía liberarse del pacto con shinigami si tenía el favor de algún dios, y si sus sospechas eran ciertas, ese pequeño, cuando llegara a la madurez, se volvería más que un peligro para él, seria un peligro para toda su raza.

- sarutobi – dijo volteándose hacia el tercero – te pedí que cuidaras a mi hijo – el shinobi de ojos zafiros tenia una mirada penetrante hacia el sandaime, esa mirada expresaba enojo, uno jamás visto en aquel cuando era el cuarto hokage.

- lo… lo intentamos – el anciano trataba de excusarse de haber fallado la misión encomendada por el más grande héroe de konoha - ¡eso no es excusa! – Gritó muy agitado el yondaime – yo… - no más palabras, sarutobi se había quedado petrificado con la mirada de su amigo – ¡y ustedes! – volteo a mirar a los aldeanos con más odio que antes – cómo se atrevieron… después de que les salve a todos… como se atrevieron a lastimar a mi único hijo, aquel que los ha cuidado, aquel que ha mantenido a kyubi a raya dentro de su cuerpo – los aldeanos habían caídos de rodillas tras sólo escuchar las palabras mi único hijo, las mujeres lloraban sin consuelo, los hombres sólo tenían la cabeza agachada mirando hacia el suelo y de sus rostros se podían ver caer lágrimas - "por qué me dijo que salvara la villa… cuando pude salvar sólo a naruto" – se preguntaba el yondaime que ahora veía hacia la luna que por muy extraño que pareciese, su luz irradiaba con más fuerza esa noche.

- jajaja… patético… verdaderamente patético – el zorro comenzó a acercarse lentamente hacia el yondaime, naruto ya se encontraba a su lado de pie tomado de la mano de su padre. Con cada centímetro que avanzaba el zorro, el niño sujetaba con más fuerza la mano de su padre. Las alas blancas del rubio adulto comenzaron a agitarse mientras el zorro seguía avanzando hacia él y su hijo – así que te convertiste en un guardián – arashi sólo lo miró seriamente – quien iba a pensar que nos veríamos de nuevo… supongo que… - kyubi volteo a ver a naruto, los ojos del pequeño se veían más claros de lo normal, no, de hecho comenzaban a brillar pero algo más le sucedía, el punto negro había desaparecido. Kyubi miró a naruto con más atención, debido a los golpes, garrotazos y las quemaduras con las antorchas, se encontraba casi desnudo, la ropa sólo le cubría parte de su pecho, las mangas ya no se encontraban, el pantalón que llevaba antes se había convertido en un short, pero eso que importaba, lo que importaba era lo que veía en su brazo derecho, antes de llegar a la altura del hombro, quizá a la altura del corazón si se intentaba medir, se encontraba una marca. Esa marca era muy conocida en el mundo de los demonios bueno no sólo en ese en el mundo de los dioses también – jajaja… yo tenía razón… ese brillo en los ojos, hacen parecerse a los de su madre y esa marca en el brazo derecho comprueba que es su hijo… - cuando kyubi decía esto él se encontraba estático frente al yondaime y su hijo pero al terminar de hablar iba alejándose del pequeño y su padre.

Yondaime miró con una sonrisa burlona a kyubi - parece que ya te habías dado cuenta desde antes zorro – la voz del yondaime se podía notar llena de tristeza haciendo extrañar a kyubi – hijo – volteo hacia el pequeño que a la vez levanto su rostro para poder ver a su padre – tienes que capturarlo de nuevo, después de todo tú eres su carcelero…

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- mokuton jutsu – gritaba un hombre con máscara blanca mientras atacaba con su jutsu al sanin de las ranas – suiton: suiryuudan no jutsu – un dragón de agua arremetió con el autor de novelas para adultos – jeje jiraya te haz puesto débil, parece que el nivel de los alumnos de sarutobi-san ha bajado mucho – dijo el hombre que momentos antes había lanzado el misil de agua hacia el peliblanco, este también poseía una mascara blanca que no dejaba ver su rostro y al igual que el otro, tenia una capa blanca tipo ambu cubriéndole el cuerpo.