Dos

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Me había ido a dormir con una sensación extraña pero en el buen sentido. Estaba feliz, por el concierto, por el cariño de la gente, por estar con mis compañeros, pero mi cabeza también estaba feliz por justo el momento antes de dormirme, ver a Albi dormir. Mi mente no se habia olvidado de la luz que desprendía esa mujer y me sentía afortunada de tenerla aquí a mi lado, sólo por eso ya estaba feliz.

- Niñas, levantaos ya- Gritó Julia desde la otra punta de la habitación. - Vaya manera más mala de levantarse una por la mañana. Pero justo ese pensamiento dio la vuelta al abrir los ojos y ver el proceso en el que se levanta por las mañana la famosa Alba Reche. Primero se agitó los ojos, tanto que se le quedaron achinados, no podía negar que estaba monísima. Después estiraba los brazos mientras bostezaba, y eso me dio mucha gracia y solté una pequeña risa que al parecer escuchó ella.
-Buenos días a ti también- Me dijo mientras bostezaba con toda la boca abierta y casi ni se la entendía- ¿De qué te ríes tú?
- De ti - Y Julia y yo nos empezamos a reír como locas, mientras Alba fruncia las cejas y ponía cara de pena. 
- No te enfades tonta - Le dijo Julia, que no se paraba de reir.
- Déjala, que así está muy mona- Contesté mientras picaba a Alba, cosa que funcionó ya que me la devolvió pegándome un golpe en el hombro con bastante fuerza, la verdad.
-Au -Solté con voz aguda, en realidad no me había dolido.
- Te lo mereces, por decir tonterías- Se me encaró la pequeña rubia mientras se encogía con los brazos cruzados.
- Es la verdad, cuando te enfadas estás muy mona. - Sabía que llamarla "mona" a ella no le gustaba, ya que se sentía más pequeña de lo que era, pero se lo decía para picarla.
- No es verdad- Dijo con voz de bebé adorable, que yo ahora mismo la achucharia.
- Bueno parejita me voy a desayunar- Soltó Julia de repente, sin entender porque había dicho eso, pero no le dí importancia y abracé a Alba para que se le quitase el enfado que llevaba encima.

Bajamos a desayunar y yo me senté en una mesa con Miki, Dave, Marilia y Carlos. Acabamos de desayunar y a mi me apetecia subir a la habitación a descansar un poco antes de volver al bus e irnos a la próxima ciudad. Así que fui a buscar a Alba, por si ella quería venir a la habitación. Aceptó y subimos por el ascensor.
- Oye Nat- Rompió el silencio mientras subíamos, - ¿Nos hacemos una foto? - No había ningún motivo para negarme, encima a mi me encanta hacer fotos.
Estuvimos como 10 minutos en el ascensor intentando hacer la foto perfecta, con un montón de posturas diferentes y dándole cada dos por tres al botón de cerrar la puerta del ascensor. Me lo pasé muy bien.
-Eh, ni tan mal. - Le dije orgullosa del resultado final.
- La verdad es que está muy chula, pasamela luego- Asentí con la cabeza.

Llegamos a la habitación y nos tiramos a la cama mientras veíamos memes divertidos de Twitter, casi todos relacionados con nuestra relación.
- ¿Te imaginas tu y yo de pareja como dice la gente? -Dijo Alba mientras se reía de su propio comentario, como si eso fuera imposible que pasara.
Realmente no se porque dijo eso, yo creo que tan mal pareja no haríamos, pero sólo le contesté con unas risas, tampoco quería incomodarla.

Los siguientes días los pasé un poco mal, por las críticas que recibía mi novio y el empeño de la gente con el tema Albalia, y no podía hacer muchos movimientos en las redes sociales porque realmente tenía miedo de lo que dirían después. Así que estuve unos días un poco alejada de mis compañeros, sobre todo de Alba, ella no tenía la culpa pero sinceramente al ver los vídeos de la gente, me hacía planterme a mi misma si nuestras miradas o gestos cariñosos en la academia, eran algo más. Y eso me tenía bastante rayada los primeros días.

*****
Hoy tocaba concierto en Pamplona, mi ciudad. Lo primero que hice fue enviar mensajes a todos mis amigos y familiares que vivían en Pamplona, para que vinieran a verme, y casi todos me contestaban que vendrían sin ninguna falta. Eso me hacía más feliz y tenía más ganas que nunca de cantar ahí.

NATALIAAAA!- Gritaron dese atrás. Me giré y era mi hermana y mi hermano que venían corriendo a abrazarme.
-Hola chicos, que guay que estéis aquí- Les saludé. Estaban dentro del hotel de Pamplona donde nos alojamos todos, Quedaban 6 horas para el concierto y supongo que abrieron las puertas para los familiares.
-¿Y papá no ha venido? - Pregunté curiosa.
- Claro que si, está con Mikel en el parking- Me respondió Elena, mi hermana, - No tardarán mucho.- Me quedé sorprendida cuando dijo que también estaba Mikel, llevaba 3 semanas sin verlo y 2 semanas sin hablar con el por mensajes. No sabía nada de el, pero supongo que si estaba aquí, es que no había pasado nada malo entre nosotros.

In Another Life || AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora