KAMASUTRA.-Kookmin

Sentimientos

-Baekhyung.- susurró el rubio mientras sus manos empezaban a templar luchando por sostener la foto entre estas.

No supo cuándo dejó de escuchar el agua caer de la ducha ni mucho menos ver cuando esas fuertes manos le arrebataron la foto.

-¿QUE HACES HURGANDO EN MIS COSAS?.- gritó el mayor mientras volvía a poner la foto dentro del oscuro cajón.- ¿ACASO NO SABES QUE NO PUEDES TOCARLAS?

Jimin no podía escuchar nada de lo que sucedía al rededor, no entendía lo que estaba pasando y mucho menos el porqué Jungkook tenía una foto de Baekhyung en su poder.

El rubio estaba intentando atar cabos pero en su mente no había nada que pudiera unir a Jungkook y a Baekhyung en un mismo círculo.
Tampoco sabía que había pasado con él después de esa noche.

Baekhyung y él fueron grandes amigos en la adolescencia mientras se preparaban para ser modelos de pasarela, ellos soñaban juntos en convertirse en modelos de grandes marcas y ser reconocidos internacionalmente.

Se podría decir que eran mejores amigos, compartían todo juntos. Siempre se quedaban después de las sesiones de fotos para hablar sobre cosas banales o para pensar en el futuro.
Eran muy jóvenes cuando se conocieron, aún recuerda el día en cuando su manager los presento y les dijo que iban a estar en la misma categoría. Jimin al principio se sentía un poco fuera de lugar ya que creía que él no se mudó a Seúl para hacer amigos sino para triunfar como modelo, pero cuando Baekhyung le tendió su mano y le dio su amistad entendió que las cosas no eran del todo malas.

Pero ¿Por que Jungkook quería vengarse? ¿De quien? El rubio recordaba haberlo visto sacar la foto de Baekhyung ese día y hablarle sobre eso.

Jimin regresó de sus pensamientos y habló.

-¿Po- r que tienes-s una foto de Baekhyung?.- hablo entrecortadamente mientras señalaba con su dedo índice al mayor.

-¿De donde conoces a Baekhyung?.- contraatacó Jungkook hacia Jimin.

-Él y yo éramos amigos de adolescentes. Los dos éramos practicantes para ser modelos cuando éramos jóvenes y compartíamos cuarto. Era mi único amigo cuando estaba en Seúl, además de tener mi misma edad.- el rubio rió ligeramente mientras miraba hacia el suelo.- Una noche discutimos por algo estupido y él no regresó nunca más.

Jungkook pudo ver la melancolía en los ojos del contrario y habló.

-El era mi primo.- dijo dirigía su miraba hacia el suelo y Jimin volteaba a mirarlo.- Era el único familiar que tenía, mis papas murieron cuando era joven y desde ese entonces estoy casi solo. Sus papas me criaron como su fuera su propio hijo y él me cuido como si yo fuera su hermano, aún cuando él era menor que yo. Sus papas murieron tiempo después ya que eran mucho mayores y nos quedamos él y yo contra el mundo.- la voz del mayor empezó a soñar ganagoza y Jimin se asustó.- Hasta que vino ese día.

Jungkook tenía la mirada fija en el piso mientras contaba la historia y Jimin estaba más que sorprendido, Baekhyung nunca le dijo que tenía un primo pero podía entenderlo ya que en ese tiempo ellos solo eran adolescentes y no hablaban sobre ese tipo de cosas.

-¿Que-e pasó ese día?.- Jimin no quería preguntar por miedo a la reacción del mayor pero su curiosidad podía mucho más.

-El murió.- Jungkook se cubrió los ojos con sus largas manos y siguió hablando.- Ellos lo mataron.

-¿Ellos?¿Quienes?.- Jimin no podía dejar de preguntar tras la confesión que había hecho el mayor.- ¿De ellos-s son los que te quieres vengar-r ?

Jimin no estaba seguro de preguntar lo último pero su curiosidad ganó por segunda vez en el día.

-Baekhyung cayó en las drogas luego de que sus padres murieran, en ese entonces yo estaba haciendo mi carrera y ni sabía muy bien lo qué pasaba con él.- Jungkook empezó jugar con ellos anillos de sus dedos mientras el rubio esuchchaba comí su voz se apagaba lentamente.- Se metió muy dentro de esa mafia hasta que ya no pudo salir, les debía mucho dinero y ellos no lo querían dejar ir. Abusaron de él, lo torturaron hasta que un día lo mataron a golpes.

Jungkook rompió en llanto como jamás se lo habría imaginado y menos delante de alguien, él era una persona muy fría y pocas veces le gustaba compartir sus sentimientos con los demás. Jimin corrió a sus brazos refugiándose en ellos y tratando de darle un poco de calor humano.

El pelinegro se recargó en el pequeño hombro del rubio mientras trataba de callar su llanto. Este dejaba pequeños besos en la oreja del otro para así aliviar un poco su dolor.

-Esta bien.- decía Jimin mientras acariciaba el cabello del pelinegro.- Has pasado por mucho.

El mayor seguía abrazado al pequeño cuerpo de Jimin hasta que sus lágrimas dejaron de correr y pudo alzar la cabeza para mirarlo a los ojos.

-Gracias.- dijo Jungkook un poco sonrojado y formando una pequeña sonrisita de conejo que volvió loco a Jimin.

Los ojos del rubio empezaron a brillar, jamás se abría podido imaginar a Jungkook en una situación así. Sus mejillas rojas al igual que sus hermosos ojos negros, su aura irradiaba pureza y ternura como nunca lo habían echó frente a él.

-No es nada, amor.

Esa palabra nunca había significado tanto para Jimin como en este momento.

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