¿Eres fanática o fanático de los vídeos de maquillaje y sigues a vari@s youtubers para enterarte de las últimas modas? Entonces te invito a que entres en esta obra conjunta: los vídeos han sido grabados por @Maki25 y los tips que están aquí son mío...
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Para extender la base hay distintos tipos de brochas. Se pueden utilizar las planas y tupidas o las ovaladas y con menos pelo. Las de cerdas a distintas alturas están recomendadas especialmente para las personas con pieles sensibles y las de superficie inclinada y plana para aquellos con muchas imperfecciones o años.
Si usas esponja para aplicar la base en lugar de brocha debes tener precaución si vives en un sitio húmedo, ya que se te puede llenar de moho debido a que se humedecen antes de pasar por el cutis. Fuera de esta advertencia son ideales, porque permiten que se integre el producto perfectamente con tu piel y de un modo muy natural.
Luego viene la etapa más importante: ponerte el corrector para cubrir todas tus imperfecciones y quedar como una princesa. Para ello te viene de perlas una brocha cepillo o los pinceles planos y compactos. Si prefieres las esponjas puedes utilizarlas teniendo en cuenta lo que te he indicado en el párrafo anterior.
Para el colorete cogemos una brocha tupida y pequeña o también puede ser de forma de cepillo. Si todavía no se te da bien maquillar, utiliza una grande y menos tupida, a fin de que no exageres la cantidad de producto y que luego tu rostro parezca el de una caricatura. Si te ocurre, siempre puedes solucionarlo con la esponja o la brocha de la base.
Para el contorno de cara te recomiendo una de corte afilado o las de doble punta. Si se trata de sellar con polvos (la siguiente etapa), la que te resultará mejor será una brocha pequeña o una circular grande.
En cuanto a los ojos necesitas como mínimo tres: una fina y biselada para hacer el delineado (salvo que prefieras hacértelo con un lápiz), otra plana para aplicar el color, y, por último, una flexible con la finalidad de difuminar.
Recuerda: hay que limpiar con frecuencia todas las brochas. Si nunca lo has hecho pon en un cuenco alcohol mezclado con agua. Introduce solo la punta, nunca la unión con el mango o este último o se te estropeará. Si tienes por costumbre hacerlo alcanza con usar champú o lavavajillas. Una vez limpias, las pones a secar con el pelo hacia abajo para que no se malogren.
¿Te da pereza higienizarlas? Pues piensa que si no lo haces te vas a llenar de granitos. O, peor aún, que las bacterias van a formar colonias en tus brochas y bailarán felices por tu cara cuando te maquilles...
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