Historias Cortas de Terror

EL CORREO

se puso de pie en un salto cuando escucho el ruido del correo golpeando a la puerta de su casa, hubo un tiempo en el que ella había disfrutado mucho de recibir el correo semanal, encontrar cartas, encontrar cupones, eso le parecía divertido pero hoy en día ese disfrute se había evaporado lentamente como el lago que estaba cerca de su casa. Hoy en día, la llegada del correo solo la podía llenar de terror. Ella abrió la puerta, se inclino hacia abajo, recogió la pila de cartas cuidadosamente y saco una...hojas de papel en blanco, cada pagina de cada carta...estaba totalmente vacía y así había sido durante meses ¿porque habría de ser diferente esta vez?...

 A decir verdad la fuente de su temor no eran tanto las cartas en blanco que recibía cada mes, esos sobres sin remitentes, ni destinatario... No, eso no era lo que le asustaba, lo que realmente la llenaba de miedo eran las calles vacías que veía al abrir la puerta para ver hacia afuera, era la ausencia de ruido, la ausencia de coches, la ausencia de algún cartero, de algún ser vivo... ¿como era posible que ella todavía estuviera recibiendo correos?, ¿quien le enviaba esas cartas en blanco?, ¿quien las entregaba?, ¿como era aquello posible?, si ella había sido la única sobreviviente...