Eleventh

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Despertaron cómodamente acurrucados, su calor corporal los mantenía tibios. Ninguno quería separarse del otro, pero realmente TaeHyung necesitaba un baño pues sentir la suciedad en su piel lo incómoda.

Con demasiado fuerza de voluntad se separó de JungKook y se metió al cuarto de baño, cuando el mayor escuchó que Tae estaba dentro de la regadera se metió al baño a lavarse los dientes.

Se diferencia la sombra del Omega por la cortina, entonces pensó en molestarlo un poco.

— Me gusta cómo se ve mi marca en tu cuello — bromeó, pero a su lobo no le pareció gracioso el que lo haya ignorado y tampoco haya reclamado al Omega como suyo.

Le dolió un poco ver cómo TaeHyung llevaba sus manos inmediatamente a su cuello en busca de la "marca".

¿Enserio de parece tan mala la idea de ser su Omega?  Se preguntaba ahora el Alfa.
Mientras el otro salía de la regadera se puso ropa deportiva para estar cómodo.
TaeHyung al salir quiso ponerse ropa cómoda pero en su maleta solo había pantalónes ajustados.

Hurgó el armario de Jeon y sacó unos pants y una camiseta holgada, se vistió con ellos sin siquiera avisarle que usaría su ropa.
Lo miró en la cocina preparando el desayuno e instintivamente se acercó para abrazarlo por la espalda.

Inhaló profundo llenándose del aroma a roble y cacao que el mayor portaba, sintió un ligero aroma a mirra en el mayor.
Prefirió no decir nada al respecto.

TaeHyung continuaba aferrado a la espalda siguiéndolo a tropiezos por toda la cocina, ni el ni su lobo querían separarse de su mayor.

— TaeTae, si no me sueltas te vas a caer — se dió la vuelta y lo cargo para sentarlo en la barra cuando se iba a ir lo atrapó con sus piernas —. Sube a mi espalda, entonces.

El Omega victorioso se trepó a su espalda como le habían sugerido, enterró su nariz en la clavícula ajena deleitándose por el olor. La mirra seguía ahí, casi inexistente.

Comenzó a pensar cosas extrañas, como que mientras dormían alguien más entró... Sacudío la cabeza para espantar esas ideas.

— ¿Por qué hueles a mirra? — el Alfa se detuvo brusco por lo que le dijo el Omega.

Para JungKook no es la primera vez que le dicen eso, su madre una noche que le contaba anécdotas de cuando era bebé a un pequeño Kook de 10 años con pesadillas. A él nunca se le olvidó cuando le dijo que olía como su papá que había fallecido tiempo atrás.
A mirra.

— No lo sé — dijo confundido, apagó la estufa y lo regreso a la barra para poder mirarlo —. ¿Estás seguro?

Al recibir una respuesta afirmativa lo meditó algunos segundos pues no está seguro de que significa ese tercer aroma.
TaeHyung también está entretenido pensando que no objetó cuando Jeon se separó de él para terminar el desayuno.

Puso todo en la mesa y se sentó en una silla mientras el Omega lo miraba aún sentado en la isla de la cocina.

— ¿Piensas venir? — habló con comida en la boca obteniendo un mohín por parte del menor.

— El piso está frío — menciono mientras le mostraba sus pies descalzos.

Después de que Jeon lo mirará esperando a que él se baje se dió cuenta de que no lo hará.

— Esto debe ser una broma — farfullo para sus adentros.

Cargó a Kim como si fuera un saco de papas hasta el asiento que ocupará, al depositarlo este reía suave ante la clara molestia del contrario.
Su lobo reprendió al castaño por complicar al Alfa.

Celo con el enemigo [KookV] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora