Carta de Noviembre

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Domingo, 18 de noviembre

Hoy quisiera contarte un par de cosas, por favor ignora al mundo, ignora tus sensaciones, ignora todo y solo siéntate y lee esto tranquilamente...
Hoy hace frío, estoy sentada en el balcón, los ruidos de coches, motocicletas, las pláticas de la gente, el viento y el sonido del lugar me acompañan. Dicen que la noche es silenciosa, pero amor, es todo lo contrario.
Estoy bajo la luz del alumbrado público, pero aún más alto me acompaña la luz de Luna, las estrellas tienen un poco de envidia ya que he mis ojos se concentran en ella. No es que seamos amantes, o nos ocultemos del mundo, ya que el sol a estado un poco celoso de nosotras. Ella y yo somos más que eso, nos acompañamos en momentos, nos escuchamos y sobre todo nos vemos.
Ella sabe todo mi sentir. Sabe que por las noches ella es mi delirio, que en cada momento de cada segundo yo la pienso. Ella lo sabe y parece ser que es un poco correspondido, ya que aunque sea difícil de creer, ella cada noche me susurra versos de amor. Derramándolos sobre mi. Haciendo mi corazón latir frenéticamente, yo toda incrédula solo le sonrío, sin palabras por el momento.
Solo nos dejamos llevar por los sentimientos, mientras ella me habla sobre amor, yo comienzo a sentirlo.
Comienzo a enamorarme. Me enamoro perdidamente. Ella sabe que lo hago y no hace nada para evitarlo. De un momento a otro las palabras faltan y en las miradas se consumen, desmontando los secretos que llevamos con nosotros.
Un momento nos bastó para darnos cuenta de que lo nuestro es imposible y que durante el día hay mucho ruido en el lugar. Pero estar separadas no era nuestra opción. Así que cada mañana le escribía versos y se los mandaba con aquel buen ruiseñor, la contestación era casi inmediata. Los versos iban y venían demostrándonos nuestro amor en palabras.
Haciéndonos una promesa de que cada noche, ella a pesar de las estrellas, vendría a verme y yo a pesar del frío clima saldría a su encuentro.
Y en esta noche fría, aquí estoy junto a ella. Me susurra viejos versos de amor, mientras me cubre con su luz, y estoy yo escribiendo esto con los cigarrillos de lado para brindarme un poco de calor. Hoy las cosas son diferentes con ella.
Yo estoy tan perdidamente enamorada de ella y hoy todos mis versos y todos mis sentimientos son por ella y se lo digo al finalizar... Te amo.

... sigo leyendo tu carta una y mil veces más, y cada vez viene aquella sensación, Cariño Te sigo perteneciendo.

Jaula de NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora