Capítulo 7

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Habían pasado 6 meses desde que Jimin se había marchado. En ese tiempo los jóvenes no dejaron de hablarse un solo día.
El castaño pudo abrir su corazón y le conto al menor todo lo que sentía y por qué lucho tanto por esconder sus sentimientos. Jungkook pudo entender la situación. Esta confesión le había generado esperanzas, cada día su ansiedad por verlo era mayor. Necesitaba volver a sentirlo cerca, abrazarlo, sentir su olor, tocar su piel. Necesitaba volver a ver esos ojos llenos del brillo que solo aparece para ellos dos.
A medida que avanzaban los días Jimin sentía que no podía controlar el amor que estaba sintiendo, un amor que no paraba de acrecentarse y le daba ganas de gritarlo. De que todo el mundo sepa que estaba enamorado. Esto lo llevo a tomar una decisión, la más difícil de todas quizás, iba a enfrentar a sus padres. Creía que en algún momento iban a tener que entenderlo, era su único hijo, y se convenció a si mismo de que no lo iban a odiar por ser homosexual.
Esa noche espero que sus padres llegaran del trabajo. Los escucho desde su habitación, aguardo que se relajen, tomo una bocanada de aire y salió.
Allí en el cuarto de estar estaban los dos, sentados en el sillón mientras miraban un canal de noticias. El joven irrumpe en la sala, los saluda y les dice que necesitaba hablar con ambos.
Pensó que lo tenía preparado, se creyó fuerte dentro de su habitación. Pero esa fuerte quedo ahí, en esas cuatro paredes de su cuarto. Cuando pudo abrir la boca para hablar su voz se quebró. Entre lagrimas y como pudo les pidió perdón infinitas veces antes de poder soltarlo.
- Me gustan los hombres, de hecho, me gusta uno en particular y quería que ustedes lo supieran -.
A penas termino de decirlo y su madre rompió en llanto. Su padre por su parte se levantó, lo miro con ojos llenos de dolor, una mirada que Jimin jamás había recibido de parte de ellos. Sin decir ninguna palabra, lo abofeteo.
Ante el llanto desconsolado de su mujer y su hijo, le gritó que él no iba a tener un hijo así. Que se encierre a pensar en lo que había dicho y que no le temblaría él puso en internarlo si eso era necesario para curar las tonterías de su cabeza.
Jimin corrió a su habitación, sabía que podía ser duro enfrentarlos, nunca creyó que tanto.
Esa noche el teléfono sonó varias veces. Él sabía bien que era JK. Sabia que iba a estar desesperado por saber cómo le había ido. Pero no tenía fuerzas para enfrentar sus preguntas, ni mucho menos para sentir que lo consolara. No quería dar más lastima. Estando a tantos kilómetros de distancia, sabia que ese dolor iba a ser igual para su amor. Prefería absorberlo solo y ya encontraría las palabras adecuadas para contarle algo al menos de lo que había pasado.
Al día siguiente no salió de su habitación, se quedo recostado en su cama sin comer, ni dormir. No tenia fuerzas para hacer nada de eso. Solo pensaba en su morocho. en como hablar con el sin hacerlo sentir mal. Pensaba, pero nada se le ocurría.
Esa noche su madre llamo a la puerta de la habitación dejándole una bandeja de comida, pero la angustia que tenía era demasiado grande como para poder meter bocado.
Los días iban pasando y todo seguía igual. Bandejas eran retiradas cada mañana sin haberse tocado, su madre lloraba en silencio al ver que su hijo no consumía nada mas que agua.

I DON'T WANT TO FORGET YOU...  (jikook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora