Seis.

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Pasaron horas, días, semanas y meses; seguía necesitandote como la luna necesitaba al sol, porque tú eras mi sol, sin tu luz yo no podía brillar. Seguía en negación apesar del tiempo, no podía aceptarlo, podía con todo menos con esto porque tú me dabas la fuerza necesaria para enfrentar cualquier cosa pero sin ti, no había fuerza.

Era difícil, era tan complicado afrontar la vida ahora. Me sentía tan débil, tan indefenso, tan vacío. Solía preguntarme cada noche las razones por las que debía seguir adelante y siempre llegaba a la misma respuesta, no había razones, porque sólo tenía una sola razón y eras tú, porque lo eras todo para mí y te arrebataron de mi lado, eso había sido lo más injusto que la vida nos había hecho, me quitó la oportunidad de tenerte a mi lado y te quitó la oportunidad de vivir.

Cada noche, mientras estaba recostado en la manta ubicada en el jardín, mi vista sobre las estrellas y mi boca recitandote las mismas palabras, la misma pregunta.

—Te necesito. Por favor, sólo regresa, te lo ruego, vuelve a mí. ¿Podrías volver? —entre lágrimas decía aquello que para mí se había vuelto tan doloroso pronunciar, a pesar de las palabras, esa noche no volviste, ni esa ni la siguiente, simplemente no volviste y yo sentía que me arrancaban el corazón cuando por las noches soñaba con tu sonrisa, tu voz, tu cuerpo y cara pero al despertar no te tenía a mi lado, era una tortura dolorosa, una que vivía cada noche.

A pesar del dolor que se producía en mi pecho cada mañana, las noches eran mis favoritas, ese momento al dormir cuando soñaba contigo y podía tenerte entre mis brazos, podía decirte lo mucho que te amaba y podía besarte, acariciarte y amarte sin restricciones, era mi consuelo.

ᴘʀᴏᴍɪsᴇ - ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora