"Hey" Seungkwan despertó tan pronto escuchó aquello. Woozi ya no estaba y Jun dormía en el suelo junto al bebé. Buscó entre la oscuridad. "Ven, toma mi mano"
—¿Dónde estás?— preguntó en voz baja para no despertar al bebé. —¿Quién eres?
Bajó de la cama, sus pies tocando el frio suelo mientras daba vueltas buscando a quien lo llamaba, sus pequeños ojos no se detuvieron ni parpadearon, su postura firme mientras giraba a todos lados. Sintió algo entre sus dedos, tomándolo. La mano contraria era grande a comparación de la suya y era fría, giró agresivamente buscando la mano que lo sujetaba. Cuando logró verla subió la mirada recorriendo el cuerpo, era alto.
"Mi nombre es Mingyu"
—¡¿Mingyu?!— Casi cae de la sorpresa, sus ojos y boca bien abiertos mientras que comenzaba a trazar un camino de escape. Trató de alejarse pero la fuerza de aquella entidad, que más bien parecía un hombre, no se lo permitió.
"Tranquilo, estás a salvo conmigo" La voz tranquila de Miingyu lo hizo detenerse ¿Por qué algo que debía aterrarlo estaba siendo amable? Entrecerró los ojos con completa sospecha e inspeccionó. "Te llevaré con Bononie"
—¡¿bononie?! ¿Sabes dónde está?— Mingyu asintió. Seungkwan torció los labios y volvió a mirar a Mingyu de pies a cabeza ¿Por qué había algo que no le gustara? Era incomodo pensarlo. L sensación en su estómago no desaparecía por más que en su mente rondaba la idea de confiar. —¿Por qué no hay nadie más? ¿Dónde está Hannie?
Mingyu no titubeó e hizo una seña hacia el suelo. El sotano. Seungkwan respiró profundo y algo de aire se quedó en su pecho cuando intentó soltarlo. Volvió a torcer los labios y alzó la mirada hasta los ojos azules de Mingyu. Quería ver Bononie, pero la incomodidad de su interior le impedía dar un paso, sus tontas y debiluchas piernas negándose a dar un paso.
"Vamos, se que lo extrañas"
Seungkwan se obligó a dar un paso hacia adelanta aun cuando su interior gritaba que no. Tener miedo es para niños pequeños, y él era grande. Debía dejar de lado todas esas cosas y aprender que muchas veces es mejor desconfiar de uno mismo para encontrar grandes cosas. Como quien no cree y al final encuentra un tesoro. Asi que siguió a Mingyu hasta estar fuera de la habitación. Seungkwan giró observando a Dino y a Jun dormir.
—Junnie...— murmuró preocupado par despues alzar la mirada hasta Mingyu. El pasillo oscuro no le ayudaba a su visión. Suspiró.
—Bien, tienes siete años, creo que puedes comprender esto.— Jun se arrodillo frente a él, olía campo, su departamento era pequeño y entraba mucha luz, y las plantas abarcaban la mayor parte del lugar. Seungkwan se sintió presionado, su madre apenas tenía dos masetas y él había quebrado ya una. —¡no gritos ni juegos corriendo por toda la casa! Las plantas no se tocan.
—¿y si ellas me tocan a mi?—Jun exhaló. ¿lo había molestado? Se sonrojó sin quererlo y su vista cayó. —¿Por qué no puedo regresar a casa?
Ahora quería llorar, si Woozi lo viera le diría que era mejor tomar leche caliente que mostrarle a los demás agua saliendo por los ojos, pero no estaba Woozi, su madre lo consolaría, lo abrazaría hasta que dejara de sentirse mal, pero ella no estaba, su padre lo cuidaría y diría que llorr está bien de vez en cuando, pero de nuevo, no estaba. Seungkwan estaba solo. Eso bastó para comenzar a sollozar penosamente frente a Jun.
—¡¿ah?! ¡no llores!— Jun se movió nerviosamente a su alrededor. —¡¿fue por lo que dije?! ¡puedes hacer ruido si quieres y jugar! Vamos, no llores. — Tarde, ahora Seungkwan no podía parar. Jun se llevó algunos dedos a los labios y volteó a cada lugar en busca de cualquier cosa para distraerlo. —Dios... Wonwoo me va a matar si te deshidratas. Kwannie, hey, Kwannie.... ¿quieres tocar las plantas? Puedes hacerlo, vamos, toma mi mano— Jun lo tomó y caminó con el lloroso Kwannie hasta una de las ventanas donde estaba una extraña cosa verde.
Seungkwan se calló tan pronto estuvo frente a ella, era extraña... gigantesca.
—¿es una palmera?— preguntó dándole manotazos a las hojas. Jun le detuvo la mano.
—Si, es una kentia... ¿asi es como acaricias?— ¿acariciar a una planta? Seungkwan miró a Jun completamente confundido. —Es algo vivo, tienes que tratarlo con amor si quieres que sea feliz.— Jun volvió tomar la mano de Kwannie acercándola a las hojas, acarició el tallo. —A mi me calman cuando estoy nervioso o triste... Da buena energía. Ahora discúlpate con ella por golpearla.
—Hola kentia— Seungkwan saludó acariciándola. —Me llamo Seungkwan.— Escuchó una pequeña risa de Jun. —Vamos a vivir juntos durante un tiempo, asi que espero que nos llevemos bien, no volveré a pegarte. Tratemos de cuidarnos entre nosotros. — Alzó la mirada y encontró a Jun sonriendo con cariño. —Jun... ¿tu cuidas mucho de todas?
—¿ah? Si, yo las cuido.
—Las de mamá siempre morían... ¿Por qué las tuyas no? Todas son muy bonitas
—Bueno...— Jun apretó los labios para despues torcerlos. —Cuando amas algo buscas cuidarlo y que sean tu prioridad, prefieres sacrificar otras cosas para mantenerlos a salvo, mis plantas son mi prioridad, quizás tu mamá amaba otras cosas más que a las plantas... como a ti y tus hermanos.
Seungkwan no perdió de vista el rostro de Jun en ningún momento, y cuando este terminó de hablar sonrió.
—¿es por eso que soy bonito?
Logró hacer reír a Jun, eso era un gran avance.
—Si, es por eso.
—Oh...— Volvió los ojos a la planta.
¿Cómo sería si él fuer prioridad de Jun? Se lo estuvo preguntando todos los días mientras veía las plantas.
"Vamos, tiene que ser rápido"
Seungkwan suspiró desviando la vista y simplemente caminó junto a Mingyu tomando u mano, sus pasos haciendo eco por el pasillo oscuro y solo de la casa.
...
iba a actualizar con todo un capitulo pero nah, eta partesita me gustó mucho como para que quedara perdida entre otras cosas.
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ÉL [Seventeen]
FanfictionA pesar de haber huido a tiempo de una extraña casa, la pequeña y extraña familia aun no se sienten completamente a salvo, sobretodo cuando saben que "él" nunca los dejará en paz. *Segunda temporada de [Ellos] *SoonHoon, Meanie, JunHao, Verkwan, Et...