02 | VETADOS

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ALEX

Domingo, 19 de Agosto.

Ally no para de brincar en el colchón inflable como loca y de gritar como desquiciada; que más que un colchón parecía la madera en la que Rose dejó morir a Jack.

—¿Ally?¿Qué te sucede? —grita mi hermana en el momento que mi pobre puerta choca en la pared por la fuerza con la que la azota, la cual ya no me preocupa tanto, dado que no pasaré más que las próximas dos horas aquí; y de ahí adiós mundo cruel.

—Nada mami —dice inocentemente —, sólo quería despertar al tio Ax.

—Un día de estos me vas a volver loca Ally —gruño mi hermana mirándola desde la puerta con los brazos cruzados.

—Ya estás loca —dije mientras me levantaba de la cama y tomaba a Ally en brazos —. Afuera pastelito, voy a vestirme.

—No, ¡tío Ax! —Grita el monstruo en cuanto cierro la puerta.

—Deja a tu tío gruñón, bebé —dice mientras la lleva escaleras abajo.

Hoy era mi último día en casa, y no lo tomen a mal, pero me sentía eufórico por ya no estar aquí, aunque extrañaré a mi pastelito.
Los chicos y yo llevábamos toda la vida deseando vivir por nuestra cuenta y Hunter lo tomo como un proyecto de vida, a los dos segundos de por fin graduarnos y tener casi un pie en la universidad, empezó a empacar todas las cosas de su cuarto. Mientras tanto Ethan; su hermano, se lo tomo con calma, dejando el llevar sus cosas para hoy. La mayoría de mis pertenencias ya se encontraban en el departamento.

Tomé una ducha rápida y elegí la ropa más cómoda del mundo; como siempre, porque hoy sería un día de lo más productivo, sobre todo porque Hunter no iba a ayudar a su hermano con sus cosas y el no vivir en el primer piso nos creaba un gran conflicto.

Bajo la escalera con calma respirando ese característico olor, no hay mañana en la que mamá no preparé algo delicioso y hoy no es la excepción. Algo que obviamente extrañare. Papá se encuentra sentado viendo a mamá preparar todo como una loca.

—Cariño que bueno que ya estás aquí — dice mi mamá, dándome besos babosos en la mejilla —. Prepararé tu desayuno favorito.

—Calma mamá, me voy a mudar de casa no del país —digo poniendo los ojos en blanco.

Es en ese momento cuando me arrepiento de lo que digo porque escucho un pequeño sollozo y veo a papá abrazando a mamá con fuerza.

No sé si reír o llorar por la actitud de mi madre, ha estado así toda la semana nadie puede recordarle que su bebé se va porque o se suelta a llorar o trata de golpearte diciéndote que cierres la boca, se lo podrían preguntar a Ethan.

—Mi bebé se va, Wes —dice mi mala mientras trata de contener las lágrimas.

Calmarla nos lleva un poco más de treinta minutos y unas cuantas caras tiernas por parte del pequeño monstruo, tiempo que aprovechó para verificar que nada de mis cosas se queden en casa. Si algo se me queda será culpa de Allly que nunca paro de sacar mis cosas de la maleta, porque no le gustaba para nada que su tío se fuera mientras hacía unos lindos pucheros.

Mi teléfono sonando interrumpe mi intento de ver que todo esté en su lugar

—Ax, estamos afuera ¿qué esperas?

—No sabía que yo tenía que llevarlos, parece que no pueden vivir sin mi.

—Efectivamente pequeño Ax, te necesitamos para que pagues la renta del departamento —dice burlonamente Ethan al otro lado del teléfono.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2019 ⏰

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