*8*

845 48 2
                                        

No quería salir de la cama, la noche anterior al caminar rumbo a su casa lo había visto acompañado de una mujer a la cual no pudo reconocer, había decidido caminar para despejar su mente pero fue un grave error, al llegar a su casa abrió una botella de whiskey y había vuelto a llorar, por dios que cuanto lo amaba, aun tenía rastros de lágrimas en sus mejillas, estaba en pijama y apenas una hora antes se había dignado a descansar pero al poco tiempo la luz se colaba por sus cortinas haciendo que gruñera molesta.

. -Al demonio contigo. -

Murmura poniéndose de pie, tomó una ducha larga y al salir se encontraba de nuevo acompañada por aquel hombre.

. -Buenos días. -

Sonrió ya de pie.

. -Largo. -

. -Vamos Hermione solo quiero hablar. -

Solto una carcajada con burla y le miro alzando una ceja.

. -Ve y hablale bonito a la chica con la que pasaste la noche. -

No mostro sorpresa alguna, el sabía que no era verdad.

. -Entonces con el Wesley si hablarias, ve a que te abrace y te bese. -

Se disponía a irse cuando una mano suave le tomó de la muñeca.

. -¿Vienes a mi casa a reclamar? Cuando te ví anoche con una tipa que te aseguró ni siquiera conoces. -

. -Estas equivocada, esa "tipa"como la llamaste es Daphne Greengrass y la encontré sola buscando a su hermana, Astoria. -

Se sintió más molesta y camino al armario, tomó entre sus manos un vestido y camino a la cama, tomó asiento y estaba dispuesta a vestirse.

. -¿Que haces aquí? ¿Que es lo que buscas?. -

Su voz sonaba cansada, cansada de que el jugara con sus sentimientos.

. -A tí, te perdí por años, te alejas y aquel día que te ví, no me había sentido más vivo en mi vida, me sentí nervioso pero tu forma de ser en ese momento y haber mencionado a mis padres....sabía que ya te había perdido. -

. -Mis padres murieron y tu no estuviste en un largo tiempo, ¿como crees que me siento Draco?,  me siento muerta, me siento destruida.

Para ese momento estaba de pie golpeando su pecho al borde de las lágrimas.

. -Te llore años, y aun lo sigo asiendo, te ame y te sigo amando pero ya no quiero hacerlo....me echaste en cara con cuanto tipo me acosté, pero sabes que, solo he sido tuya siempre, solo me entregué a ti, jamás deje que otro hombre me tocará, lo pensé tantas veces y cerraba los ojos pero tu imagen me torturaba, los dejaba ebrios y me retiraba a mi casa, llegaba destrozada y me embriagaba,  no creas que eras el único ahogando sus penas en esos momentos, eres un cobarde y yo lo soy más, por estar en este maldito momento deseando der tuya. -

Lágrimas corrían por sus mejillas, se sorprendió tanto al haber confesado aquello pero para el fue escuchar la gloria, en la habitación solo se escuchaban los sollozos de ella y ambos corazones latiendo tan rápido, no perdió tiempo y la beso, la pego a su cuerpo y la tomó en brazos, dejó caer la toalla y la recosto en la cama, comenzó besando sus labios con tanto deseo pero dejó de hacerlo, lo comenzó hacer más lento, mientras acariciaba sus piernas, sus brazos sus senos, bajo sus labios hacia su cuello mordiendolo y dejando marcas, la reclamaría como suya, como lo que siempre ha sido, ella por su parte suspiraba o ahogaba pequeños gemidos, quito su corbata y desbatono la camisa mientras el seguía en su cuello, en pocos minutos ambos estaban desnudos en la cama besándose y dejando marcas y rasguños a su paso, se encontraba debajo de el,  quien poco a poco descendió hasta encontrarse entre sus piernas.
Verla temblar ante sus caricias le hacia sentir poderoso, comenzó a dejar besos y suaves mordidas en sus caderas, unas pocas en sus piernas hasta por fin encontrar su camino, saboreó tanto como pudo, lo gemidos de ella cada ves lo volvían más loco, verla tan vulnerable y a su merced, mojada y temblando hizo que perdiera la poca cordura que le quedaba, se puso a su altura besando sus labios, colocó una mano en sus caderas y la otra a un costado del rostro de la chica, despacio se abrió paso dentro de ella, al sentirla tan apretada cerro los ojos y apreto el área donde se encontraba su mano, ella al sentirse llena y extasiada dejó escapar un gemidos, ambos comenzaron a moverse sin dejar de besarse.

El tiempo....tan solo esoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora