El tiempo....tan solo eso

*12*

Eran las 3 de la mañana, seguía en la Biblioteca, tuve que suplicar le a la directora para que permitiera seguir aquí, ya había leído todos los libros sobre mujeres quemadas en los años de Merlin hacia la actualidad, ninguna quien estubiera viva o que jurará venganza.

. -Granger. -

Me sobre salte al no haber escuchado que alguien estaba a mi lado, entre mis dedos tenía una daga que nana me regalo para defensa, claro que en casa tenía un arsenal de ellas.

. -Malfoy, ¿qué demonios haces aquí y por que me espantas de esa manera?. -

Me gire a este quien se encontraba vestido casual, unos jeans desgastados y una camisa blanca, su cabello desordenado dándole un toque sexi y descuidado. Bajo sus ojos tenía unas ojeras apenas notables, sus labios resecos y su mirada era cansada.

. -El ministro me ha pedido venir por ti. -

¿Qué hacia el ministro a estas horas llamando a Malfoy para venir por mi,  y como supo donde me encontraba?.

. -McGonagall le dijo que tienes aquí desde medio día, ¿no puedes dejar de ser tan ratona come libros por un segundo para ir siquiera a comer algo o dormir un poco?. -

Parecía mi padre regañando me.

. -Vamos Malfoy, me conoces de siempre y ya deja de joderme con los libros que no eres mi padre para estar regañando me. ¿Te dijo el ministro para que me solicita?. -

Se puso de pie asintiendo y comenzando a caminar, coloque los libros de donde los tome y le seguí unos cuantos paso hasta estar a su lado.

. -Han desaparecido cuatro niños más. -

Murmuro mirando fijamente sus pies.

. -Me ha pedido entrar contigo en esta investigación, cree que al ser un ex-mortifago podré ayudar,  en mi mansión se encuentran todo tipo de libros a los cuales podrás acceder sin problema y cuando gustes, solo te pido no llevarte los. -

Iba a contestar pero el se detuvo y me di cuenta que estábamos frente a la entrada de la Oficina de la Directora. Una vez dentro me sorprendí de que el ministro estuviera junto a McGonagall discutiendo.

. -Esto no puede seguir así, actua rápido antes de que pase algo más grage, trato de que los padres mantengan la calma pero es imposible, Hogwarts dejara de ser seguro para los alumnos y más para los padres. -

La desesperación en su voz me hizo sentir un apretón en el corazón.

. -Ministro. -

Este se puso de pie tomando mis manos y mirando con seriedad a Malfoy.

. -¿Por que sigues aquí niña, es muy tarde y te apuesto lo que quieras a que no has salido para nada de aquel rincón de telarañas. -

McGonagall iba a reprenderle cuando fue Malfoy quien habló.

. -Que no le sorprenda ministro, esta mujer es tan terca y sabionda que me sorprendería que no se aprendiera los libros que se acaba de comer. -

. -Oh querido, le conozco como a la palma de mi mano, tan exigente consigo misma. -

Este sonrió de lado y asintió tomando asiento frente al escritorio.

. -El caso es querida que han desaparecido cuatro niños más, una pequeña de 5 años y tres niños de 10, Malfoy debió decirte de camino hacia acá. -

. -Si, y si pudiera proporcionarme sus direcciones hora y lugar de desaparición sería maravilloso, es suficiente tortura para un padre encontrar a su hijo incinerado por una venganza. -