Love Comes Close - Yutae

Capítulo 4

No vuelven a hablar de eso. Yuta siente que es algo que no debería haber escuchado, no quiere seguir dándole vueltas en su mente porque todo este asunto de la IA era bastante difícil de manejar cuando solo le tenía miedo. Ahora, el dorso de su boca huele a un cóctel mudo de empatía y tristeza e incluso un poco de ira hacia alguien que podría ser tan imprudente como para crear vida y luego dejarlo por sí solo. Tal vez esté mal dirigido, pero él no sabe con quién más estar enojado.

Taeyong no ha verbalizado ninguna de sus introspecciones desde entonces, posiblemente porque había sido testigo de cómo había afectado a todos los demás. Vuelve a rociar Windex y Febreeze en todas partes con un fervor ardiente a pesar de que Yuta y Ten le dicen que no necesitan ninguna limpieza adicional hace semanas. Sin embargo, parece calmarlo, así que lo dejan en paz.

Aunque Yuta está tratando de borrar la conversación de la memoria, su comportamiento también cambia, lo suficiente para que Ten comente, lo cual es mucho, porque en estos días Ten pasa la mayor parte de su tiempo en el undécimo piso enterrado en su nuevo novio (o al revés, Yuta no tiene ni idea y ciertamente nunca lo va a preguntar.)

"Eres mucho más amable con Taeyong en estos días", declara Ten, perezosamente con su mojado y empapado cabello. Acaba de salir de la ducha y no está haciendo un gran esfuerzo por secarse, a pesar del agua que gotea en toda su ropa. Ya que todavía es sofocante afuera, han comenzado a emplear cualquier medida que puedan pensar para enfriarse.

"No", dice Yuta, desviándose. "Acabo de renunciar a esconderme de él".

Ten sacude la cabeza, lanzando docenas de gotas de agua volando. "Definitivamente eres más amable. Ya no te importa estar cerca de él y respondes a sus preguntas sin aferrarte a eso". Hace una pausa. "Ayer, incluso tradujiste un capítulo de tu manga para él. Eso fue súper raro".

Yuta se encoge de hombros. "¿Es un crimen ser amable ahora?"

"No, pero el ochenta que has hecho en la semana pasada es definitivamente sospechoso", dice Ten, con los ojos entrecerrados. "tú le sonreíste anoche."

"¡Sonrío a todos!"

"Claro, pero nunca solías sonreírle a Taeyong", insiste Ten. "Lo odiaste a la vista."

"Lo hice", concuerda Yuta.

"¿Así que?"

"¿Y qué?"

Ten resoplo. "Entonces, ¿qué cambió?"

"Ya te lo dije, solo me acostumbre a él". Al enfocar su mirada en la pantalla de su teléfono, Yuta actualiza la pestaña de la página de inicio de Naver que ha tenido abierta durante los últimos diez minutos solo para tener algo que ver con sus manos.

"No lo compro. Algo está sucediendo aquí ", Ten acuso.

Yuta actualiza la pestaña una y otra vez sin pensar. "No sé sobre eso, pero algo está sucediendo en la habitación de Jungwoo con seguridad. ¿Por qué no dejas este interrogatorio y miras eso en su lugar?"

"Créeme, lo haré", dice Ten, barbilla alta y altiva. "Pero no creas que voy a olvidarme de esto".

"No lo soñaría", llama Yuta mientras se va.

Normalmente, Yuta es un poco más sutil cuando quiere cambiar el tema de conversación, pero este es un tema que realmente no se siente preparado para tratar. Ten no había estado presente cuando Taeyong arrojó un bote de angustia existencial a la atmósfera y, efectivamente, detuvo el interruptor en cualquier deseo restante de ser malo que Yuta pudiera haber albergado. No lo lograría si Yuta intentara explicarlo. ¿Cómo podía seguir haciendo todo lo posible por ser frío y distante con alguien que ya sentía que su vida no tenía sentido? Yuta es muchas cosas, pero no es tan insensible.