Reunion Mortal

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Caminabamos por la estrecha calle, ellos daban pasos rapidos y decididos pero a mi me costaba seguirles el paso, ¿Como caminar rapido si apenas das una vuelta un nuevo edifico, luz, musica de Rock a todo volumen sin hablar de los cientos de autos que hiban y venian en todas direcciones por la autopista.

 - Ten cuidado Laura..., no debes quedarte atras.... eres muy buscada aqui y entregarte con vida incluye una recompensa bien grande- decia Andrew mirando a los lados antes de continuar el camino

- Ademas con nosotros con estos trajes nadie se atrevera a intentar arrebatarnos de ti, pues esto significa que hemos de ser demonios que sirven a los Colsuars y nadie se mete jamas con ellos a menos que...- por alguna razon Aaron callo tensandose, Hasta ahora no me habia dado cuenta que siempre se mostraba afectado al tocar ese tema, pero no era momento para preguntar, debia seguir lo planeado al pie de la letra.

Fuimos en Zigzac evitando calles muy transitadas, la mayoria de las veces tomabamos atajos que Andrew conocia, las personas - o mejor dicho demonios - del inframundo no vestian como los mortales, Su vestimenta era muy mostrativa, y obiamente cada traje tenia como color principal el negro seguido de algun otro color chillon; una chica en nuestro camino  llevaba en particular una chamarra con lineas moradas intensas junto a unos shorts rasgados, al verme en su rostro una expresion de sorpresa llego y de inmediato recurrio a tomar lo que parecia un latigo dorado enroscado en su cintura, pero al notar la presencia de Aaron y Andrew tan solo bramo retirandose y siguiendo su camino como si nada hubiera pasado.

Aquel lugar parecia interminable, y sus ciudadanos por zona cada vez mas extrovertidos y raros, o quizas yo los veia asi al no estar tan acostumbrada al ver a tantas personas con el cabello azul, rosado, o incluso verde, ¿¡Que tenian aqui con los colores chillones¡?

Sin embargo ya casi llegabamos a nuestro destino, pues pude notar en un pequeño murmullo intercambiado por ellos que era hora de emplear todo.

- Bien... ya saben que hacer, Aaron tu y yo solo hablaremos cuando sea necesario y tu laura simplemente tratanos con odio y no mustres actitudes extrañas o lo notaran-

Ambos asentimos con un leve movimiento de cabeza mientras que Aaron comprobaba que nadie estuviera oyendo.

- Ah y Laura solo una ultima cosa- decia Andrew acercandose repentinamente a mi y acercando su rostro, me preguntaba porque, ¿Como es que mi vida habia dado un giro tan drastico aquel dia en la biblioteca?, como habia sido tan ignorante al herirlo tantas veces y seguir pensando de mala forma sobre el. - No importa cuanto te hayan herido o cuan idiota yo aya sido, pero quiero que sepas que siempre.... Te protegere-

- Andrew... no nesecitas decirmelo.... eso lo se..- dije regalandole una sonrisa, aquellos ojos Ambar me observaban y cautivaban mas, quizas esto era impredecible pero era lo mejor, no sabia que seria de mi despues de esto, que seria de lo que ¨teniamos ambos¨ pero yo sabia que a pesar de las dificultades yo saldria adelante, eso estaba seguro.

De un rapido movimiento nuestros labios se unieron, este no era un beso pasional, tampoco uno lleno de lujuria como aquel que hace poco habiamos experimentado, este era uno basado en ternura, con roces suaves y delicadoz, cada beso con Andrew era una nueva experiencia a decir verdad, pero aquel beso no duro pues el carraspeo de Aaron con una mirada un tanto melancolica nos interrumpio.

- Todo es seguro, creo que ya podemos avanzar- dijo Aaron un tanto seco - Salgamos de esto lo mas rapido posible -

- Bien, entonces adelante- respondio volviendo su semblante serio y acomodandose mejor su capucha dejando tan solo su menton a simple vista.

Encaminamos lo poco que quedaba hasta llegar a el recinto o una especie de estadio mas grande y alto que haya visto en mi vida, un gran brillo dorado lo hacia resaltar y sus decoraciones al parecer antiguas le daban cierto aire victoriano, la puerta gigante de forma cuadrada estaba abierta de par en par, dandole a los cientos de demonios con aquellas capuchas la bienvenida. Nos metimos con sumo cuidado en la multitud, la mayoria no notaba mi prescencia pero eso no significara que mis nervios fueran pocos, mis manos sudaban frio cada vez que pensaba lo que pasaria.

Un Destino entre Demonios (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora