El instituto es ese lugar donde los sentimientos de las personas florecen por primera vez, y en algunos casos, por última. El instituto es ese lugar donde los rumores vuelan en dos direcciones, verdadero o falso, y donde la gente le gusta meter sus narices.
El instituto es ese lugar donde ves a ese chico caminar todos los días al lado de sus amigos, entre carcajadas, o donde lo ves caminar solo con la mirada seria.
El instituto es ese lugar donde ves a esa chica dirigirse hacia su grupo de amigas, quienes la reciben entre risas y se van juntas hacia el aula, o quizás hacia la cafetería a contarles el motivo de su sonrisa.
El instituto puede ser maravilloso o puede ser un infierno. Para Amy, no era ni el uno ni el otro. Para Amy, era el sitio donde tenía que dirigirse todas las mañanas a cursar lo que le gustaba y lo que no le gustaba tanto. Era el sitio en el que tenía que aguantar al típico grupito de chicas malas reírse de todo el mundo, incluido de ella. Era el sitio en el que, durante el descanso o alguna hora muerta, se sentaba en esa mesa de la cafetería pegada a la ventana y sacaba su libro olvidándose así del resto del mundo.
Su rutina era simple: se levantaba a las 7 am todos los días, se aseaba y salía de su casa dirección Dolce Vitta, donde compraba el café todas las mañanas. A las 7:45 cogía el autobús que la llevaba al instituto, y a las 8:05 llegaba y se dirigía al aula correspondiente.
A las 12h tenía el descanso, en el que, como el resto de los alumnos, se dirigía a la cafetería y tomaba el almuerzo, normalmente un sándwich y una ensalada. Después, entraba a clase otra vez y salía a las 15h.
Cuando salía de clase, esperaba 10 minutos el autobús y a las 15:30h llegaba a su casa. Durante sus pequeños viajes en el autobús, se dedicaba a leer o bien un libro de literatura o bien sus apuntes de ese día. O simplemente miraba por la ventana.
Al llegar a casa hacía los deberes de ese día y un repaso de las lecciones dadas y a las 18:00h salía a correr media hora. Tomaba una ducha, se ponía el pijama y cenaba. Por la noche, le gustaba escribir en un cuaderno azul pastel pensamientos de cualquier tipo o poesía. Cerraba el cuaderno y apagaba la luz, mañana sería otro día.
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School issues | Harry Styles
RomanceElla, una chica buena, delicada como una flor de primavera, con luz propia como el mismo sol. Él, un chico no tan bueno, un lobo solitario con corazón de piedra pero con alma frágil. El instituto es el lugar en el que los sentimientos de todas las p...