Su alteza, reconozco mis errores

Capítulo 2

Capítulo 2

El matrimonio de Song Luo y la princesa Ming Yue se fijó para el tercer día después de que Lin Shan vino a este mundo.

Esto no iba a ser un gran problema, después de todo esto es solo el evento de matrimonio de un príncipe consorte. Todo lo que Lin Shan tenía que hacer era usar un paño blanco atado alrededor de su pecho, caminar like a boss y sonar un poco masculina. Esto era lo típicamente mostrado en la televisión.

Aun así, esto sigue causando a Lin Shan una no pequeña cantidad de angustia. Recuerda que en su vida anterior, la televisión siempre anuncia los servicios de cirugía plástica con el lema "Sé una mujer hermosa", pero ahora que ha terminado con este pecho que obviamente es más grande que el anterior, sus padres le arrojan una tela blanca para esconderlos.

"Mi niña Lou, este es un asunto extremadamente importante, se relaciona con la vida de todo nuestra familia Song, no podemos permitirnos cometer errores. No tienes permitido quitarte esta tela, ¿entiendes?"

Al ver la expresión seria en el rostro de su madre, Lin Shan se tragó las palabras que estaba a punto de decir. Entre escoger sus tetas o su vida, ella obviamente escogería la última.

"Las tetas pueden estar planas. La ira puede ser contenida. ¡Pero mi vida no debe ser desechada!" Murmuró Lin San para sí misma. Entonces, le dijo a Xiao Lu, que la estaba ayudando: "¡Más apretado!" "¡No hay problema!" Gritó Xiao Lu, y casi estranguló a Lin Shan hasta matarla.

En realidad, según las antiguas tradiciones, generalmente la esposa se casa con la familia. Incluso si era un príncipe consorte, no tenía que ir a vivir con la familia real. Desafortunadamente, Lin Shan tuvo mala suerte. El emperador actual era del tipo que "adora a las hijas pero desprecia a sus hijos". Incluso a sus propios niños, los hijos son fácilmente enviados a la línea del frente para morir, mientras que cuando se trataba de su hija, ni siquiera dejaba que se dañara uno de sus cabellos.

Los escoltas reales llegaron rápidamente a la residencia del Ministro. Aparte de las bandas de música, también había soldados presentes. El líder de las tropas era el guardia imperial del sable dorado, Lian Feng.

Cualquiera en las calles sabía que Lian Feng era una figura poderosa. El sable dorado le fue otorgado por el emperador actual, y tenía la autoridad de matar primero e informar después. Casi podía hacer lo que quisiera, y eso era suficiente para que muchas jovencitas lo adoraran como un héroe.

Si no fuera por el hecho de que siempre estaba enmascarado y por los rumores de que no le gustaban las mujeres, lo más probable es que Song Lin Feng tendría dificultad para mantener su lugar como el tercer hombre más hermoso de la capital.

Xiao Lu estaba comiendo nueces mientras hablaba con pasión de Lian Feng, su saliva volando por todas partes, por lo que despertó la curiosidad de Lin Shan.

"Xiao Lu, ¿te gusta?" La molestó Lin Shan.

"¿A quién por ahí no le gustan los hombres guapos? También me gusta el primer maestro, es una pena que al primer maestro no le guste... Maestro, ¿por qué tu sonrisa parece tan malvada?"

Lin Shan hinchó su pecho envuelto mientras lucía una sonrisa siniestra: "¡Tu maestra te llevará a comer el tofu de un chico guapo!"

Las dos entraron en el gran salón. Toda la familia Song ya se había reunido para esperar. Entre los invitados, también había muchas mujeres jóvenes que normalmente no salían de sus habitaciones. Hoy, todos ellos estiraron sus cuellos como gansos mientras intentaban vislumbrar desesperadamente a alguien.