Hero- Yulyen- (complete ver.)

The lonely girl, friends and the promise.

Yena estaba despidiéndose de su hermano para entrar.

No dio ni un paso cuando ya varios brazos pequeños la rodeaban cariñosamente.

-¡Ya creí que no vendrías!- le dijo una voz que pertenecía a la mayor de las seis.

-Lo sé Eunbi,mis padres de nuevo.- bajó la mirada mostrando una débil sonrisa.

-No te preocupes por eso Yena.- dijo otra dándole palmaditas en el hombro.

-Chaeyeon tiene razón, lo importante es que nos volvemos a encontrar.- le sonrió una de ellas que llevaba comiéndose un sándwich desde la entrada.

-¡Veo que aún no dejas la comida atrás Hyewon!- sonrío burlesca la japonesa que aún no podía pronunciar a la perfección el coreano pero había mejorado bastante desde que empezó el jardín de niños.

-Para tu información Sakura, me alimento para esta figura.- le respondió la más alta señalando que su cuerpo no era obeso aún sin dejar de comer.

-Pues deberíamos ir al acto de cere...cere...-la menor de todas rascó su cabeza intentando recordar la palabra.

-Ceremonia, Chaewon, ceremonia.- respondió la rubia riéndose.

-¡Eso!.- afirmó la pelirroja.

Kim Chaewon, Lee Chaeyeon, Choi Yena, Kang Hyewon, Miyawaki Sakura y Know Eunbi entraban a primer grado este año. Se habían conocido en preescolar o jardín de niños, era extraño, pero tenían similitudes y actitudes únicas que las volvieron amigas.

Las seis chicas asistieron al acto de bienvenida.

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La pequeña Yuri y su hermano caminaron hasta la escuela, no quedaba lejos, y apesar de la escena desgarradora que habían visto en la mañana el mayor intentaba alegrar a la pequeña contándole experiencias propias de cuando él era estudiante de nuevo ingreso o anécdotas suyas con sus amigos.

Yuri tenía desconfianza de si ser tan sensible podría tener amigos. Pero intentaba ignorarse a sí misma, en fin, solo tenía cinco años, no podía solo "ahogarse en un vaso de agua".

-Pequeña Yuri, no puedo quedarme.- le dijo su hermano mientras se agachaba a la altura de la niña para arreglar el cuello de su camisa.- Se buena, pórtate bien, hazle caso a tu maestra o maestro...

La menor hizo un puchero.

-¿No te pueles quelal helmano?,no me quielo quelal sola.- sus ojos se cristalizaban.

-No Yuri, no puedo, pero prométeme algo.- sacó un pañuelo de su bolsillo y limpió las lágrimas de la menor que amenazaban con salir.- Se fuerte.- le dio un fuerte abrazo.- Ahora, ve al acto de ceremonia.- sonrió para levantarse y despedirse de la pequeña agitando su mano.

-Alios helmano...

Yuri caminaba a pasó veloz...o al menos tan veloz como sus piesitos avanzaban... Hacia el auditorio en que se daría el acto de ceremonia.

-¿Tú eres Jo Yuri?- preguntó una voz femenina haciendo que la menor levantase la mirada tímidamente.

-Shi shoy sho.- sonrió con timidez.

La mayor sonrió de vuelta por la tierna acción de la niña.

-Yo soy la maestra Seulgi, seré tu maestra. Ve a sentarte por ahí- señaló un lugar- junto a tus demás compañeritos.- dijo felizmente.