La Confesión

316 54 4
                                    

De pronto volteó a ver el reloj de mi celular y son las 10:45 de la noche. No quiero que lleguen las 23:11. Me pongo tensa y Seiya lo nota.

- ¿Qué tienes?

- No lo comprenderías.

- Ponme a prueba...

Serena sintió que se ahogaba pero al mismo tiempo se calmaba mientras Seiya la abrazaba.

- No tiembles, aquí estoy. ¡No voy a permitir que te pase nada! ¡Dímelo!

- Seiya... primero vuelve a besarme.

Seiya la besó con ternura y la obligó a sentarse en el salón VIP haciendo con una seña a los guardaespaldas que nadie podía entrar en ese momento.

- ¿Te hizo algo Diamante?

- No.

- ¿Entonces?

- Seiya... no sé si estoy viva y en el infierno o estoy muerta ya.

- ¿Qué dices? – Seiya le agarró las manos a Serena desesperado.

- Por tres días consecutivos alguien ha muerto y yo he revivido el mismo día. Este 8 de septiembre. Y todos los acontecimientos han sucedido a las 23:11.

- ¿Pero cómo? Nosotros nos daríamos cuenta... ¿Quién fue el primero?

- El primer día fatídico se desarrolló como siempre... Mina me recogió con Lita, fuimos por Rei, me regaló un condón...

- ¿Un condón?

- Se supone que iba a acostarme con Diamante... perdóname pero es una parte de la historia que no puedo omitir.

- De acuerdo, ardo en celos pero prosigue...

- Luego seguimos a casa de Amy, llegamos a clase y los vimos a ustedes en la azotea. Sabes que Mina babea por Yaten y Amy por Taiki. Pero tú eras tan callado que... bueno... el caso es que pasaron las clases, Diamante llegó con unas rosas y dijo que eran de mis rivales y lo demás lo sabes tú porque llegaste a la cafetería con las invitaciones a la mansión.

- No, no lo sé, no sé de que día me estás hablando...

- Lo siento, disculpa... El caso es que tú y tus hermanos llegaron y tú oiste que tenía rivales y te le pusiste al tú por tú con Diamante y después sólo me invitaste a mí. Diamante dijo que yo le pertenecía y tu que yo no era un premio.

- ¡Bien por mí!

- Después vinimos las cinco aquí, precisamente y cuando llegamos y nos quedamos solos... Seiya...

- ¿Qué?

- Yo ya había visto el cuarto cubierto de rosas... Me lo enseñaste el primer día.

- Por dios...

- Pero entonces Diamante irrumpió y empezaron a pelear ustedes dos. Los sacamos a la calle y empezaron a pelear.

- ¿Y quién ganó bombón?

- Nadie... un auto venía a una velocidad increíble y ustedes seguían luchando. Me interpuse y sentí como se fracturaban mis huesos. Esa noche, morí a las 23:11.

Seiya se quedó azorado y perturbado.

- ¿Te sacrificaste por nosotros?

- Ya ni siquiera sé por quién lo hice. Pero cuando abrí los ojos era otra vez el 8 de Septiembre. Estaba viva y no sé porqué.

- ¡Gracias al cielo!

- Pensé que había soñado el día anterior porque todo me provocaba un dejá vù. Todo el día fue casi igual que el anterior pero ahora decidí venir contigo directamente.

Sin SalidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora