Capítulo #4

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La puerta de la sala de esperas se abre por séptima vez, aún no me han llamado para entrar.

Mi madre me ha vuelto a explicar sobre la enfermedad, como si no lo hubiese hecho antes, como si no recordarse nada. Pero esta vez sí, esta vez me acordaba.

Tal vez no recuerdo todo pero si las navidades pasadas y el cumpleaños de Greg.

' Dos niños sentados junto al árbol, esperando poder abrir sus regalos.

- Mamá, ¿Podemos abrirlos ya?

-No Greg, aún no, sabes que tenemos que esperar a Papá.

Los dos niños volvieron la mirada hacia el televisor, al menos media hora más.

- Mamá, ¿Podemos ya?

-Niall.. Espera un poco más..

Tan sólo se limitó a asentir.

Era media noche y su Papá aún no había llegado.

- Abrirlo ya chicos.

- Pero Papá aún no ha llegado..- contestó el pequeño Niall.

- Lo sé, no importa, es normal - dijo su madre con tristeza.

Los dos niños abrieron sus regalos, Greg tenía un precioso Helicóptero y Niall un balón de fútbol.

Se miraron a la vez y juntos abrazaron a su madre."

-Vamos cariño, tenemos que entrar - dijo mi madre poniéndose de pie.

Debían habernos llamado mientras estábamos sentados esperando. Mientras estaba recordando.

El doctor esta hablándome mientras deshace la venda y toca mi rodilla. No le prestó atención, mi madre se limita a contestar por mi.

- La operación a salió bastante bien, y no ha quedado ninguna secuela sobre esta. Pasemos a hablar,¿ Sr. Rose, recuerda algo más este mes?

Me quedo callado parece q he no tengo permitido hablar, es una conversación de mayores.

El doctor pone otra venda de nuevo, me receta un par de pastillas nuevas y continúa hablando con mi madre.

-Niall, la próxima semana podrás volver a clase, ¿Te sientes preparado? - pregunta el doctor aún mirando a mi madre.

Yo solamente miro a mi madre, ella levanta una ceja en señal de que diga la verdad, y simplemente asiento. 

***

Horas más tarde me encuentro sentado en mi cuarto, sin nada que hacer. Sin nadie con quien hablar. Mis ojos recorren la habitación. Una pared color turquesa, con cuadros de Greg y yo de pequeños , una estantería con algún trofeo de fútbol, y una serie de libros. Una guitarra, apoyada detrás de la puerta.

Me levanto a cogerla. La falta alguna cuerda , entonces se me ocurre una idea.

Bajo corriendo las escaleras  , mi madre está tumbada en el sofá, con una revista entre las manos, dormida tranquilamente. No hay rastro de mi hermano ni de mi padre tampoco.

Las llaves están colgadas al lado de la cama y un abrigo negro en el perchero. Me colocó el abrigo rapidamente, me queda grande, será de Greg. Las llaves están en el bolsillo, entonces abro la puerta.

El viento sopla muy fuerte, se acerca la Navidad. Otra Navidad. Recorro las calles de Mullingar, hasta llegar a la tienda de instrumentos en la avenida principal.

Entró a la vez que suena el breve chirrido de la puerta. Es una tienda bastante grande, no la recordaba así.

Entró por uno de los pasillos de las izquierda con intención de encontrar las cuerdas.

Cuando las encuentro me dispongo a pagar, meto la mano en mis bolsillos y encuentro un billete de diez que metí antes de irme.

Pago al dependiente y salgo de la tienda. El día está nuboso, algunas gotas empiezan a caer y me han sobrado un par de euros aún.

Truenos retunban en la calle y no me queda otro remedio que entrar en una cafeteria, la cual huele muy familiar.

Mi móvil suena, esa melodía cuando me envían un mensaje.

"¿Dónde estás ? Mama te está buscando como una loca, vuelve a casa.

Greg."

Creo que ya estaba en serios problemas. Levantandome de la silla, giró sobre mi para ir hacia la puerta. Un vaso de café caliente es derramado sobre la persona que está junto a mi.

- Lo siento, no era mi intención - conteste rápido antes de meterme en problemas.

Una chica morena, de ojos castaños estaba mirando hacia el suelo, no levantaba la cabeza. Ni si quiera me contestó.

- Es solamente un café, nos puede pasar a cualquiera... - añadí.

-Esta bien - se limitó a decir. Siguió caminando hasta el baño está vez, me daba rencor dejarla así pero si no llegaba a casa yo vez mis padres me matarían.

¿De qué me sonaba tanto? ¿Por qué no he ido detrás de ella? ¿Por qué ni si quiera me miraba a la cara? Preguntas amenazaban mi cabeza, sin respuesta alguna.

Cuando llegué mi madre estaba preocupada, ya que no me había visto salir, tan solo la explique la salida ahorrandome el café. El cual no pague.

Después me mandó castigado a mi cuarto, se pensaba que tenía quince años y ya tenía mis dieciocho.

Espere a que me subiesen la cena, un poco de pescado y unas cuantas preguntas de mi madre de nuevo.

Estaba por acostarme cuando mi móvil sono.Un nuevo mensaje.

"He tenido que pagar tu asqueroso café después de siete meses. ¿Te parece normal?".

Trying To RememberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora