Mocha.

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Un beso, por favor. - Jungkook alzó la mirada de la caja para satisfacer la orden del chico detrás de esta.
Unió ambos labios en un corto saludo que le supo a algo tan suave y empalagoso como la miel.
-Ya casi termina mi turno, en un momento salgo. - Jimin asintió y salió de su rango de vista.
El castaño tecleo unas cuantas cosas en la computadora, imprimiendo un ticket para pasárselo a Dahyun. La relación de ellos había sido distante los últimos días, ella no se atrevía a tocarlo y tampoco le saludaba o hablaba durante el trabajo, excusándose en que tenía que estar concentrada.
-Lo siento, yo no preparo besos. - La castaña rompió el recibo por la mitad dejándolo caer en el suelo.
- Solo prepara un caramel machiato. - Dahyun lo arremedó infantilmente empezando a preparar la bebida. Jungkook negó divertido por el gesto y fue hasta la habitación de empleados para alistarse.
Desde su estancia en el parque Jimin y él habían establecido un quizá. Quizá serian algo más o quizá no serían nada.
Arreglo su fleco en la cámara del teléfono, removiendo mechones de un lado al otro intentando conseguir un aspecto arreglado, pero casual. Tomo su abrigo junto con el ramo y salió por la parte trasera del establecimiento volviendo a entrar a la tienda por la puerta principal. Se acerco hasta la cabellera rubia en silencio, cubriendo su vista.
-Jungkook. - Adivinó logrando recuperar su vista y un cariñoso beso en la mejilla como premio. Le ofreció el primoroso arreglo ganando una sonrisa que lograba mostrar los dientes en su totalidad.
- ¡Parejita de tortolos! - Anunció Dahyun sin remordimientos. El castaño resguardo su repentina ira, acercándose a su compañera. - Caramel machiato. - Lo colocó en la barra, volviendo apresuradamente con la máquina. Bufo por la actitud distante que había tomado, pero sin dejar que consumiera su creciente felicidad de tener al rubio a su lado.
-¿Nos vamos? - Una vez cerca de su querido, le pidió la mano, entrelazándola con la propia.
Ambos caminaron hasta la puerta, haciendo sonar la campana.

F i n

coffe [kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora