Narra Lucy:
Estabamos jugando a las escondidas, vi a Ed y a ____ esconderse juntos, yo iba por un pasillo donde vi dos puertas la primera estaba trancada pero la segunda para mi buena suerte no lo estaba. Al entrar en la habitación me encontre con ésta completamente vacía excepto por un mueble tapado por una gran savana blanca. Con curiosidad mire hacia la ventana de la habitación donde se podía ver la lluvia, y también una especie de mosca algo rara. Me acerqué lentamente al mueble, tomé un extremo de la savana y con fuerza la saque quedando frente a mi un hermoso y gran ropero, era el escondite perfecto!.
Decidí abrir la puerta que tenia tallada arboles en ella, cuando lo hice 3 pequeñas bolitas de hielo salieron de aquél ropero dispersandose por la habitación.
Al entrar quede mirando hacia el lado de la puerta, y la cerré, comenze a caminar hacia atrás con mis manos extendidas hacia la misma dirección para darme cuenta cuando llegue al extremo del ropero. Pero mientras más avanzabas no llegaba al extremo, que ropero más grande, fue lo que pense, hasta que senti que algo me pinchaba las manos, algo frío y que me dio un pinchazito
-Auch- exclame. Al darme vuelta para ver con qué me había pinchado, me lleve la sorpresa más bonita. Ante mi se presentaba un hermoso paisaje de un bosque nevado, pero no era una pintura, no señor! Era un bosque, uno de verdad, es algo increíble!
Comenzé a caminar de a poco mientras veía la nieve caer sobre mi ropa y otros en mis manos ya que intentaba agarrarlos. Por un momento me di media vuelta para ver por donde había llegado hacia este extraño lugar y sonreí al ver las ropas del ropero ocultas entre los árboles.
Seguí caminando admirando todo ante mi, hasta que vi un alto farol encendido, caminé hacia el, y fue en ese momento cuando escuche un ruido entre los árboles haciendome girar hacia donde provenía el sonido, seguí buscano el provocador del sonido por unos segundos hasta que em un ¿hombre? Si se puede llamar así, se apareció frente a mi. Este señor, tenia de la cintura para abajo todo pelos y patas con pesuñas, además de unas orejas estiradas para los costados, llevaba una bufanda roja alrededor de su cuello, unos cuantos paquetes y una sombrilla para la nieve.
Apenas lo ví los dos gritamos asustados, yo me escondí detrás del faról, y el detrás de un árbol dejando caer todos los paquetes que tenía ensima.
Al ver que el también me tenía miedo, me di cuenta que no era peligroso, entonces poco a poco me acerqué hacia donde habían caído sus paquetes, tome uno y el me miro y enseguida salió de su pequeño escondite.
-aah, no dejalo- dijo tartamudeando, me apuntaba levemente con su sombrilla y su mano le temblaba, me acerque a el y le entregué el paquete.
-Te escondías de mi?- pregunte
-No- dijo agachandose para seguir agarrando sus cosas que seguían en la nieve.
-estaba… yo solo… no no… es que yo no , no, no quería asustarte- termino mientras tartamudeaba, haciendome sonreír
-Te molestas si pregunto… ¿Qué eres tu?- le pregunté
-Pues am, soy un fauno ¿y tu qué eres?, te falta la barba para ser un enano- contestó y me preguntó
-Cómo que enano?- conteste algo orgullosa
-a bueno- dijo
-soy una niña- me agache y recojí otro de sus paquetes que estaba en el suelo
-y además soy la más alta de mi clase- y le dí su objeto
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Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero - Fanfiction
FanfictionQuién imaginaría que dentro de un ropero podríamos encontrar un mundo completamente mágico, con criaturas y animales parlantes. 5 chicos van a vivir una gran aventura tras las puertas del ropero de la habitación de arriba. Ésto es un fanfiction de l...