-señora Green- le dijo Ascott- la invito a comer malvaviscos asados-
Marina rio – señor Green, acepto encantada su invitación-
Ascott la apretó contra su cuerpo y le beso la frente- eres tan suave, mi marina-
-y tu muy caliente-
-ya te dije que es el efecto que causas en mi-
Ya había pasado otra semana, y parecían compaginarse, Ascott era muy atento y siempre la hacia sentirse querida y protegida y aun que él solo le decía "que la deseaba", ella creía que había algo mas.
Esa noche de sábado hicieron una fogata en la playa y comieron salchichas y sunchos asados, para después acurrucarse uno contra el otro - ¿eres feliz a qui conmigo? - le pregunto Ascott mientras le besaba el cabello.
-si..., soy muy feliz- le contesto, luego se giró hacia él – Ascott..., ¿Por qué nunca me has besado? -
El inclino la cabeza para acercarse mas a ella- ya te dije, que solo te besare cuando tu de verdad lo quieras- y le acaricio la mejilla haciendo que Marina cerrar los ojos y se untara en su mano.
-y si te dijera que quiero que me beses...- dijo ella con los ojos brillantes y tomando la cara del él entre sus manos.
-de verdad lo quieres- dijo Ascott apretándola mas hacia él.
-si...- contesto Marina con el corazón desbocado.
-Marina una vez que te bese no podre detenerme-
-no quiero que te detengas-
-pero, ¿si sabes que te haré el amor?, no podre evitarlo, te he necesitado por demasiado tiempo, como para poder para-
- Ascott..., quiero que me beses y que después de eso no te detengas y me hagas el amor-
-Marina..., mi Marina..- le dijo y con cuidado le beso la frente, mientras Marina cerro los ojos, él con cuidado le beso las cejas y muy despacio el puente de la nariz, para luego besarle los ojos con suma delicadeza como si quisiera grabar en su mente cada centímetro de piel, Marina dio un leve gemido cuando sintió que él se acercaba a su boca y abrió los labios, Ascott se detuvo un momento y la observo, para luego depositar los labios sobre los de ella.
Fue un beso dulce pero posesivo, Ascott bebía el aliento de Marina, y la saboreaba como sí fuera una tarda de jalea, le paso muy despacio la lengua por dentro y acaricio la lengua de ella, fue un beso profundo y Marina gimió en medio del beso – Eres tan dulce- dijo Ascott cuando pro fin se separaron, una lagrima le recorrió la mejilla a Marina y Ascott se la beso para secarla, haciendo que le de otro beso pero ahora mas apasionado, apretándola contra él.
El beso de Ascott le hizo arder la piel como un hierro que marcaba, él había dicho bien ella era solo suya, y nadie mas nunca la besaría y ella nunca mas desearía tanto los besos de nadie, como los de Ascott.
Con un ligero movimiento la tumbo sobre la arena y le beso la boca, con más posesión y arrojo – no sabes como he deseado esto- le dijo mientras le besaba la línea de la mandíbula, Marina gimió y se retorció al sentir el peso de él sobre ella – yo también lo deseaba- le contesto con voz trémula.
Ascott bajo muy despacio por su cuello hasta llegar a su pecho, con mucho cuidado le respiró la piel que dejaba descubierta la blusa, y le mordió levemente los pezones, Marina dio otro gemido un tanto menos tímido, y arqueo la espalda instintivamente, sus pechos estaban rígidos y Ascott se los chupo atreves de la tela, para después desabrochar poco a poco la blusa y dejar al descubierto el pecho de marina con un sujetador de encaje y cintas , con la boca desató las cintas y Marina gimió de nuevo.
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BODAS DE ODIO (terminada) Libro 2 Serie Inalcanzables
RomanceMarina una rica heredera se ve obligada a casarse para salvar el negocio familiar, ¿podrá olvidar el amor que tiene por su primo Clerf, y amar a su esposo Ascott? (historia 2 serie: Las Inalcanzables) Esta es una historia original de Maggy Carvajal...